El Fanal de Villa de Artigas es un periódico sin lienzo, en un lugar
que perdió su nombre. Existe únicamente en las cartas que escribió su fundador,
Andrés Pérez Vila, hablando de algunas de las informaciones que publicó en 1855,
en una pequeña población de la costa atlántica del Uruguay, que ahora se llama
Rio Branco.
El libro que cuenta la trágica historia de El Fanal de Cerro Largo, Uruguay Foto: ggem |
El libro es en sí mismo una rareza. Fue publicado en una edición
particular en Buenos Aires con el título de "El
Fanal" 1855 -1955. Contribución a la historia del periodismo uruguayo.
La publicación del libro tiene mucho sentido porque presenta testimonios de la
impresión y circulación de un periódico de la zona rural uruguaya, a unos 300
kilómetros al norte del puerto de Montevideo, entre marzo y diciembre de 1855.
Su redacción tiene un aire romántico, de prosa
formal y solemne. El autor se refiere al conjunto de sus 30
textos como un "opúsculo", término que suele darse a una obra breve que
pontifica la vida de una persona, generalmente héroes, militares, hombres de
Estado y científicos. El capítulo titulado "Una centuria
periodística", que alude al aniversario del periódico del que no hay un
solo ejemplar, describe el hecho mismo de la publicación:
"Tal era la época y el ambiente local en el que el choque del
pedernal de la barbarie, con el tosco eslabón de la incipiente cultura patria,
encendió esta primera chispa, este "Fanal" que, por tan corto
espacio, brilló en el horizonte del solar nativo, para caer de pronto,
sorpresivamente, como fugaz meteoro, señalando el derrotero a la futura prensa
rural.
"Puede, en verdad, decirse que en su corta trayectoria trazó un
arco de luz -su propio arco del triunfo-, bajo el cual debía pasar nuestra
prensa de tierra adentro, que, desde entonces acá, constituye un alto timbre de
honor en el concierto periodístico de América". (1)
El periódico se publicaba dos veces por semana y cada número fue redactado por un
hombre de apellido Uriarte, cuyo nombre de pila se desconoce. Tampoco se sabe
en qué fecha precisa comenzó a circular El
Fanal y es Corbacho quien supone y apunta a marzo. La pérdida de una parte
del archivo epistolar es la causa de ese vacío en la información.
El Fanal surge en la vida de
Villa de Artigas al final del conflicto conocido como la Guerra Grande, que
duró más de una década y alineó en dos bandos a fuerzas políticas aliadas
transnacionales de Argentina y Uruguay, los federalistas con los colorados y
los unitarios con los blancos, en alguna medida, los intereses de las elites comerciales y agropecuarias encontrados de frente. El poder asentado en Buenos Aires contra las provincias del interior, que tuvieron en Montevideo su principal bastión y refugio de exiliados argentinos.
Corbacho dice que El Fanal es el único periódico fuera de Montevideo al momento de su fundación. El periódico recogía informaciones provenientes de la capital para ser "tribuna periodística", "independiente",(2) dice el nieto de Pérez Vila, con suscriptores no solo en la villa, sino también en la campiña, entre los hacendados. Fue también suscriptor el jefe político del departamento de Cerro Largo, Dionisio Coronel, caudillo involucrado en primera línea en un hecho de armas en 1853.
Las imprentas a mediados del siglo XIX todavía eran, en su gran mayoría, máquinas que no habían cambiado mucho respecto a lo que dejó Gutenberg en el XV. (3) Una prensa era capaz de producir 300 periódicos durante una noche, con al menos un par de operarios que armaban los textos en las cajas, escogiendo cada tipo móvil; cuando terminaban de preparar la placa tipográfica, procedían a imprimir sobre el papel, haciendo descender la prensa y así, una y otra vez.
Corbacho dice que El Fanal es el único periódico fuera de Montevideo al momento de su fundación. El periódico recogía informaciones provenientes de la capital para ser "tribuna periodística", "independiente",(2) dice el nieto de Pérez Vila, con suscriptores no solo en la villa, sino también en la campiña, entre los hacendados. Fue también suscriptor el jefe político del departamento de Cerro Largo, Dionisio Coronel, caudillo involucrado en primera línea en un hecho de armas en 1853.
Las imprentas a mediados del siglo XIX todavía eran, en su gran mayoría, máquinas que no habían cambiado mucho respecto a lo que dejó Gutenberg en el XV. (3) Una prensa era capaz de producir 300 periódicos durante una noche, con al menos un par de operarios que armaban los textos en las cajas, escogiendo cada tipo móvil; cuando terminaban de preparar la placa tipográfica, procedían a imprimir sobre el papel, haciendo descender la prensa y así, una y otra vez.
Uruguay, que tenía un escaso cuarto de siglo de vida, pasó casi una
década y media ensartada en aquella guerra sin fronteras, la Guerra Grande, que los historiadores
en Uruguay circunscriben al periodo 1839 y 1851, no obstante que las
hostilidades prevalecieron hasta 1852, cuando ocurre la batalla de Caseros, en
territorio argentino. Todavía en la siguiente década, Uruguay volvió a
cimentarse con una revuelta en 1855, que terminó con la firma de un acuerdo entre
el general Venancio Flores, un colorado, quien fue depuesto del gobierno, y el
general Manuel Oribe, un blanco que recién volvía del exilio en Brasil.
Pérez Vila relata ese pasaje en el que Flores sale de Montevideo,
organiza en el interior la defensa de su gobierno y para de vuelta frente a
Montevideo al mando de un millar de hombres armados. Un grupo de comerciantes
negoció el regreso del gobernante legítimo. Pérez Vila narra este episodio para
presumir a un suscriptor poderoso llamado Camilo Silva que El Fanal había
publicado la información sobre el acuerdo de paz.
"Estas eran nuestras últimas noticias, cuando en este momento
acaba de llegar un chasque con los oficios de la paz de fecha 2 [de
septiembre], que en el acto se mandó imprimir en "El Fanal", y le
remito un boletín, pues aunque no trae pormenores, es de gran interés para el
país". (4)
La intención de Pérez Vila de impresionar al destinatario de la misiva
era la de convencerlo de ser suscriptor de El
Fanal, destacando a la prensa montevideana como una fuente de información
del bisemanario de Villa de Artigas, homónimo de otro periódico de Uruguay,
publicado entre 1832 y 1834 de la villa de Canelones. Lo escribió así:
"Demoré el correo por esperar el de Montevideo, que llegó esta noche,
a fin de enterarme de las noticias de la paz, que efectivamente confirman los
diarios... Ud. puede tomar El Fanal
desde el 1 de octubre y nos dirá por cuánto tiempo lo suscribo, si por tres o
seis meses". (5)
Los periódicos a mediados del siglo XIX, hechos por dos o tres
personas, solían tener una vida efímera. El
Universal, uno de los más longevos de la primera mitad, existió nueve años,
de 1829 a 1838. La mayoría vivía meses, no solo en Uruguay, sino en todo el
mundo occidental. En dos cartas de marzo de 1856 -una de ellas al citado Camilo
Silva-, Pérez Vila reveló que Uriarte, el redactor y maestro, se había ido a
radicar a Buenos Aires sin mediar explicación y lo lamentó: "¡Murió El Fanal!". Que este hecho sea reportado en los anales de la nada.
***
1) Corbacho,
Julio, R., "El Fanal" 1855 -
1955, Buenos Aires, Talleres Gráficos del Colegio León XIII, 1954, P. 31.
2) Op cit, P. 21.
3) La
prensa activada con la energía generada por el vapor fue puesta en servicio en la
segunda década del siglo XIX en Londres. Pasaron varias décadas para que se implantaran
esas máquinas en Sudamérica.
4) Op cit, Pp. 63-64.
5) Op cit, P. 65.
5) Op cit, P. 65.