domingo, 11 de marzo de 2018

La hiperinflación reflejada en la numismática venezolana

Billete fechado el
18 de agosto de 2016.

 Foto: ggem
Este billete de la República Bolivariana de Venezuela es una pieza rara de la numismática por la disposición gráfica vertical de su cara principal.
Los 100 mil pesos de la denominación son equivalentes a un dólar, en casas de Cambio en la vecina república colombiana, por ejemplo, pero en el mercado negro vale menos.
La alta cifra marcada es consecuencia de la hiperinflación que vive Venezuela desde hace varios años, acentuada en el último lustro.
El billete fue impreso por la Casa de la Moneda venezolana en 2016, como parte de la sustitución del dinero circulante, presionado por el rápido crecimiento de los precios; la gente, en el día a día, se vio obligada en 2015 y 2016 a cargar su dinero en bolsas o maletas, algo que parecería una broma, pero ha sido una realidad.

martes, 6 de marzo de 2018

Américo Vespucio encuentra la Cruz del Sur

Existe un fantástico grabado que recrea el instante en que el florentino Amerigo Vespucci (Américo Vespucio, en su versión castellanizada), cartógrafo, astrónomo y navegante, descubre la existencia de una constelación que solo puede verse desde el hemisferio sur del planeta. A ese conjunto de estrellas le llamó la Cruz del Sur y es uno de los símbolos de la América meridional. Brasil la lleva en su bandera y en su escudo nacional y ha sido también adoptada en Oceanía por Australia, Nueva Zelanda y Papúa Samoa.
Vespucio encuentra la Cruz del Sur, constelación
visible desde América meridional y referente
cosmográfico. Grabado de 1591.
Vespucio se ve en la imagen con un astrolabio, el instrumento que los astrónomos del siglo XV utilizaban para sus cálculos físicos. El navegante hizo tres viajes al Mundus Novus. El primero en una expedición organizada en 1499 por el español Alonso de Ojeda, que los llevó hasta la costa norte de Sudamérica, donde topan con el lago Maracaibo y la desembocadura del río Orinoco. El segundo en un viaje que él mismo organizó con el patrocinio del reino Manuel I de Portugal, en 1501, logrando rodear la costa continental de lo que hoy son Brasil, Uruguay y Argentina; se quedó a unos 600 kiómetros al norte de Tierra del Fuego y del estrecho de Todos Santos, que después tomó el nombre de Fernando de Magallanes. Del tercero se sabe poco, aunque se conoce que volvió a Brasil. En 1500, el navegante Cabral llegó a la desembocadura del Amazonas y es considerado por ello descubridor de Brasil, pero Vespucio fue más allá, ganándose el mérito del descubrimiento continental.
La observación de la Cruz del Sur fue una de las informaciones que le revelaron que el planeta era más extenso de lo que se había creído siempre. Como geógrafo, Vespucio estaba en busca de puntos de referencia y las estrellas del hemisferio sur fueron determinantes en la confirmación de sus hipotesis. En su segundo viaje, permaneció 16 meses, recogiendo datos de las etnias, la fauna y la flora.
Hacia el final del siglo XV, el mapa del mundo estaba hecho todavía con datos reunidos por Ptololemo en el comienzo del siglo III de nuestra era. Los hallazgos de Vespucio en tierra le dieron la certeza de que sus movimientos por mar lo habían llevado ante un nuevo continente. Sus hallazgos científicos fueron publicados en Europa al inicio del XVI. Están escritas como cartas, dirigidas a Lorenzo de Medicis, el mismo al que le dedicó Maquiavelo la obra El príncipe. Fueron traducidas de inmediato a varios idiomas. En 1507, el alemán Martin Waldsemuller publibó un tratado de cosmografía en el que incluyó información del mundo nuevo, al que propuso nombrar América en reconocimiento al florentino. Pero tomó tiempo para que el continente descubierto adquiriera nombre; a mediados del XVI, en 1555, Pedro Mártir de Anglería uso el concepto de Nuevo Mundo en un libro de historia general del continente.
El cuadro de Vespucio ante la Cruz del Sur, en blanco y negro, fue hecho en 1591. Representa el momento del encuentro ante la constelación, de pie, rodeado de símbolos de la ciencia y del ambiente en el hemiferio sur. No se sabía entonces la dimensión de este continente y pasarían tres décadas para que se configurara casi en su totalidad la costa oeste sudamericana y los bordes centro y norteamericanos, dibujados en una serie de viajes de exploradores que se transportaban en unos barcos de apenas 50 metros cuadrados de cubierta. En el costado izquierdo está una carta rimada de Danthes Aligieris para Vespucio, muestra del aprecio que había adquirido el florentino en Europa.

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