Pequeña batalla por el derecho de autor, Diario de la Tarde, Buenos Aires, 10 de julio de 1833. |
martes, 20 de marzo de 2018
domingo, 11 de marzo de 2018
La hiperinflación reflejada en la numismática venezolana
Billete fechado el 18 de agosto de 2016. Foto: ggem |
Los 100 mil pesos de la denominación son equivalentes a un dólar, en casas de Cambio en la vecina república colombiana, por ejemplo, pero en el mercado negro vale menos.
La alta cifra marcada es consecuencia de la hiperinflación que vive Venezuela desde hace varios años, acentuada en el último lustro.
El billete fue impreso por la Casa de la Moneda venezolana en 2016, como parte de la sustitución del dinero circulante, presionado por el rápido crecimiento de los precios; la gente, en el día a día, se vio obligada en 2015 y 2016 a cargar su dinero en bolsas o maletas, algo que parecería una broma, pero ha sido una realidad.
martes, 6 de marzo de 2018
Américo Vespucio encuentra la Cruz del Sur
Existe un fantástico grabado que recrea el
instante en que el florentino Amerigo Vespucci (Américo Vespucio,
en su versión castellanizada), cartógrafo, astrónomo y navegante,
descubre la existencia de una constelación que solo puede verse
desde el hemisferio sur del planeta. A ese conjunto de estrellas le
llamó la Cruz del Sur y es uno de los símbolos de la América
meridional. Brasil la lleva en su bandera y en su escudo nacional y
ha sido también adoptada en Oceanía por Australia, Nueva Zelanda y
Papúa Samoa.
Vespucio encuentra la Cruz del Sur, constelación visible desde América meridional y referente cosmográfico. Grabado de 1591. |
Vespucio se ve en la imagen
con un astrolabio, el instrumento que los astrónomos del siglo XV
utilizaban para sus cálculos físicos. El navegante hizo tres viajes
al Mundus Novus. El primero en una expedición organizada en
1499 por el español Alonso de Ojeda, que los llevó hasta la costa
norte de Sudamérica, donde topan con el lago Maracaibo y la
desembocadura del río Orinoco. El segundo en un viaje que él mismo
organizó con el patrocinio del reino Manuel I de Portugal, en 1501,
logrando rodear la costa continental de lo que hoy son Brasil,
Uruguay y Argentina; se quedó a unos 600 kiómetros al norte de
Tierra del Fuego y del estrecho de Todos Santos, que después tomó
el nombre de Fernando de Magallanes. Del tercero se sabe poco, aunque
se conoce que volvió a Brasil. En 1500, el navegante Cabral llegó a la desembocadura del Amazonas y es considerado por ello descubridor de Brasil, pero Vespucio fue más allá, ganándose el mérito del descubrimiento continental.
La observación de la Cruz del Sur fue
una de las informaciones que le revelaron que el planeta era más
extenso de lo que se había creído siempre. Como geógrafo, Vespucio
estaba en busca de puntos de referencia y las estrellas del
hemisferio sur fueron determinantes en la confirmación de sus
hipotesis. En su segundo viaje, permaneció 16 meses, recogiendo
datos de las etnias, la fauna y la flora.
Hacia el final del siglo XV, el mapa
del mundo estaba hecho todavía con datos reunidos por Ptololemo en
el comienzo del siglo III de nuestra era. Los hallazgos de Vespucio
en tierra le dieron la certeza de que sus movimientos por mar lo
habían llevado ante un nuevo continente. Sus hallazgos científicos
fueron publicados en Europa al inicio del XVI. Están escritas como
cartas, dirigidas a Lorenzo de Medicis, el mismo al que le dedicó
Maquiavelo la obra El príncipe. Fueron traducidas de
inmediato a varios idiomas. En 1507, el alemán Martin Waldsemuller
publibó un tratado de cosmografía en el que incluyó información
del mundo nuevo, al que propuso nombrar América en reconocimiento al
florentino. Pero tomó tiempo para que el continente descubierto adquiriera nombre; a mediados del XVI, en 1555, Pedro Mártir de Anglería uso el concepto de Nuevo Mundo en un libro de historia general del continente.
El cuadro de Vespucio ante la Cruz del
Sur, en blanco y negro, fue hecho en 1591. Representa el momento del
encuentro ante la constelación, de pie, rodeado de símbolos de la
ciencia y del ambiente en el hemiferio sur. No se sabía entonces la
dimensión de este continente y pasarían tres décadas para que se
configurara casi en su totalidad la costa oeste sudamericana y los
bordes centro y norteamericanos, dibujados en una serie de viajes de
exploradores que se transportaban en unos barcos de apenas 50 metros
cuadrados de cubierta. En el costado izquierdo está una carta rimada
de Danthes Aligieris para Vespucio, muestra del aprecio que había
adquirido el florentino en Europa.
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