sábado, 24 de febrero de 2018

Córdoba vs Iowa


Guillermo G. Espinosa
Buenos Aires, octubre de 2017

Han escuchado con interés el estridente mensaje de Donald Trump desde 2015, pero saben que los productores de Iowa y sus vecinos de los valles centrales de Estados Unidos no quieren soltar al cliente, aunque hayan votado por su candidato republicano.
"Si México, por alguna razón, busca mayor volumen de maíz fuera de su proveedor habitual, que es Estados Unidos, que cuente con nosotros. Tenemos muchísimo maíz. Más del 75 por ciento de la producción es para exportación. Se exportaron en 2016, 24 millones de toneladas. Calculamos que en 2017 serán cerca de 30 millones de toneladas. Si de esas 30 toneladas, México lleva dos, tres o cuatro, para nosotros no es ningún problema", dice Martín Fraguío, director de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar).
-¿Hay algún productor que haya levantado la mano?
-Es muy probable que haya un poco más que en los años anteriores. Pasar de 100 mil toneladas a un millón es un crecimiento enorme. Y si en lugar de un millón son dos o tres millones, ya es algo extraordinario, sobre todo porque Estados Unidos está ahí y tiene una logística muy aceitada.
Estados Unidos sale de Iowa y baja a los lugares de consumo en México. Si son sobre la costa por agua y si son en el interior, por tren. Difícil competir contra eso. La relación de Estados Unidos con México, alrededor del maíz, es como la ideal. Está todo diseñado el uno para el otro.
- ¿Qué importancia tiene el sector de productores de maíz en el PIB de Argentina?
- El sector agropecuario es muy importante en la economía argentina, aunque no tanto en el PIB. Es el sector de la economía que emplea más gente, más o menos el 35 por ciento, que está en el sector agroindustrial. Es el primer empleador privado, todo lo que es agroindustria y campo y todas las cadenas de valor vinculadas.
También el agro es el sector que provee la mayor parte de las exportaciones. Cuando uno descuenta del total de exportaciones los sectores que tienen balanza comercial positiva, el agro es más o menos el 80 por ciento de las exportaciones en forma positiva, porque otro sector importante es el automotriz, pero éste importa más de lo que exporta.
Dentro de las exportaciones argentinas, el primer sector es el de la cadena de la soja (soya), es decir, poroto (frijol) de soja, harina, aceite y biodiesel. El segundo es el grano de maíz. Es muy importante en las exportaciones argentinas, mucho más que el trigo. El trigo fue siempre un grano importante en la economía, pero de la posguerra para acá, Brasil es el mejor mercado de trigo de Argentina.
Los otros son históricos, desaparecieron con el tiempo porque producen su propio trigo. Y los que no, empezaron a tener proveedores más confiables como Estados Unidos, Canadá o Europa. Brasil no es normalmente un importador. Se transformó en una potencia de maíz, es el tercer productor mundial y está junto con los cuatro grandes, Estados Unidos, Brasil, Argentina y Ucrania.
- ¿Cuáles son las provincias maizeras de Argentina?
- Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y partes de La Pampa y Entre Ríos. También se produce en Salta, Tucuman, Catamarca, Santiago del Estero... Y ahora se está desarrollando una nueva zona, que son las provincias patagónicas, bajo riego. Son zonas extremadamente secas, pero con condiciones increíblemente buenas para el maíz, porque hay grandes ríos con muchísimo caudal; se puede regar y los suelos son bastante buenos. Eso proyectos que se están desarrollando tienen unos rendimientos increíbles. El maíz sigue avanzando de a poco a otras provincias donde antes no estaban.
- ¿Qué tipos de maíz se producen en Argentina?
Argentina, como México, es uno de los países con más diversidad en la producción histórica de maíz. Argentina era un país de mucha diversidad de los maíces tradicionales. Había muchas civilizaciones prehispánicas que tenían maíz de lo más variado en, más o menos, la mitad del territorio argentino.
Pero la realidad es que cuando uno piensa en maíz moderno, maíz comercial, en Argentina se producen tres tipos de maíz. Más del 98 por ciento es el maíz amarillo común, el que sirve para forraje, para alimentación animal.
La Argentina produce también el maíz colorado duro, que es el que se usa para hacer polenta o para hacer los corn flakes. La Argentina es un exportador de eso, sobre todo a Europa. Colorado duro o flink, es su nombre técnico. Son 500 mil toneladas, pero es una especie de nicho. Son todas producciones bajo contrato. La Argentina tiene una producción importante de pisingallo, el nombre técnico del pop corn...
- Palomitas en México...
- La Argentina es el primer exportador mundial de palomitas. Son dos variedades, una para el cine, que es más grande; y otra que es de uso industrial, para barritas de cereal y otros usos, tipo golosina industrial, que usan también palomitas... El reventón es totalmente diferente. Es un maíz especial.
El morado acá se usa para hacer bebidas. El colorado duro es bien anaranjado y su pigmento hace que los huevos estén bien anaranjados y la piel del pollo es amarilla, porque nos gusta el pollo con piel amarilla; entre más amarrilla la piel, más caro paga el pollo. Es un aspecto del marketing.
¿Cuál es específicamente la demanda de México?
México es un importador de maíz amarillo, de maíz común. Lo que más lleva de Estados Unidos.
- ¿Quiénes son los proveedores de los mexicanos?
Hasta ahora los que llevaron maíz a México son los exportadores tradicionales, que son las grandes compañías de comercio de granos, como Carhill, Noble, Dreyfus, Bunge, Nidera y algunos exportadores argentinos. Y de México son las empresas que producen alimentos balancedos, o sea las empresas que abastecen a las industrias de producción animal.
Aquí están los números: en 2016, fueron 100 mil toneladas de maíz argentino a México. En 2015, 12 mil. El más alto de toda la serie (compilada por la Organización de Naciones Unidas) es de 129 mil toneladas.
La Argentina está siempre tercero. Está primero Estados Unidos, que lleva el 90 por ciento del mercado. Un poco Brasil, que en 2015 vendió 260 mil toneladas.
- La distancia es un factor de desventaja para Argentina...
Sí, Estados Unidos sale de Iowa y baja a los lugares de consumo en México, si son sobre la costa por agua y si son en el interior, por tren. Difícil competir contra eso. La relación de Estados Unidos con México, alrededor del maíz, es como la ideal. Está todo diseñado el uno para el otro.


México entró en Sudamérica por la cocina

Guillermo G. Espinosa
Montevideo, septiembre de 2017

Hay una empresa mexicana que tiene ya medio siglo de operaciones en Sudamérica y entró por la cocina, vendiendo estufas. Ahora, desafiando señales cruzadas de los mercados sudamericanos, entre proteccionistas y aperturistas, Alsea de México anunció la instalación en Montevideo de su primer cafetería Starbucks, que desde hace tiempo viene compitiendo en Buenos Aires con los tradicionales cafés de la famosa calle de Corrientes y en la zona chic de Puerto Madero.
Los bancos centrales reportan una mayor inversión acumulada mexicana en Sudamérica. De 2005 a 2013, Argentina recibió tres mil 298 millones de dólares. Brasil registró 6 mil 267 millones en 2015 y Uruguay, 24 millones 200 mil dólares en 2008, aunque después ha estado en blanco.
El emblema de Telmex ha lucido espectacular en lo más alto de la principal avenida de Buenos Aires, la 9 de julio y Corrientes, aunque ya no está en la actualidad en ese sitio. Placas de la compañía se encuentran en cualquier acera de la capital argentina o en postes de Cusco, Perú, en el corazón de los Andes. El servicio de telefonía celular de Claro, el Telcel sudamericano, cubre toda la región.
El incremento del comercio de México con Argentina, Brasil y el resto de Sudamérica en el presente siglo llegó acompañado de flujos de inversión sin precedente, especialmente de las empresas que atienden el consumo local.
Mabe es un caso histórico. Hizo sus primeras exportaciones de línea blanca a Sudamérica en la década de 1960, pero comenzó a pisar fuerte en Argentina hasta que compró plantas en las provincias de Buenos Aires y San Luis, a finales de los noventa. Vende parte de sus 10 millones de unidades anuales en Ecuador, Chile, Perú y Colombia, compitiendo con empresas brasileñas.
Rotoplas es también un caso relevante por la conexión entre exportaciones, inversiones y operación global del negocio. La fabricante de tinacos de polietileno invirtió en Brasil la década pasada y ahora obtiene alrededor de 10 por ciento de sus ingresos totales del mercado brasileño (además de estar en toda Centroamérica, Ecuador y Perú).
Este año, Rotoplas anunció la adquisición de Conmix Argentina, una tradicional empresa del sector de la construcción en la pampa. Esta marca local no desaparecerá, pero empezará a compartir el espacio de los canales de distribución. En los próximos años -informó la compañía de Ciudad de México en un comunicado- Rotoplas "seguirá expandiéndose" aprovechando las "sinergias de las dos empresas".
En toda Sudamérica, Colombia ha sido el cliente más constante de México con compras récord de 6 mil 445 millones de dólares en 2012. Al cierre de 2016 cayó hasta 3 mil 404 millones, disputando como siempre el primer lugar a Brasil.
Bogotá y Santiago son las primeras sedes de tiendas Oxxo (de la regiomontana Femsa) en la región. En la venta retail (al menudeo), están además las tiendas Coppel en Buenos Aires, con 22 sucursales, y la versión del Doctor Simi en el Cono Sur, el Doctor Ahorro, con 24 locales en Chile y 50 en Argentina.
Aunque menor al valor de las manufacturas, la venta de cerveza a Sudamérica también ha crecido notablemente este siglo.
Las exportaciones de cerveza mexicana al mundo valen ya cerca de los tres mil millones de dólares, cuando apenas en 2012 habían rebasado los dos mil millones, siendo Estados Unidos el importador de dos terceras partes del total.
Chile es el principal cliente de los cerveceros mexicanos, según las cuentas de Aladi. En 2014, las ventas a ese país sumaron la cifra récord de 86 millones de dólares. Argentina se abstuvo por un tiempo; en 2015 y 2016 dio un salto a los 11 millones de dólares. Brasil tuvo su mejor momento en 2015 con 16 millones de dólares; cerró en 5 mil 751 millones en 2016.
Sudamérica es parte del boom mundial de Corona y se vende en una infinidad de bares, restaurantes, tiendas y supermercados. Negra Modelo, Dos X y Noche Buena aparecen de vez en cuando en algún establecimiento.
La comida mexicana no es popular y tiene muy marcado el estereotipo del picante, aunque va ganando espacios en anaqueles, algunos restaurantes y canales regionales de televisión. Hay salsas y frutas en almíbar La Costeña, jarabe de agave y botes de jugo Jumex, al precio de cualquier refresco local. Los jugos Del Valle, a través de los canales de distribución y las inversiones de Femsa, se venden en cualquier establecimiento comercial de Brasil, Argentina y Uruguay.
"México tiene un montón de empresas que son muy importantes, tanto en el mundo como en Estados Unidos, que podrían también invertir acá, no solamente para traer productos mexicanos... Que de a poco, la comida mexicana va pegando, así es que hay un montón de cosas que acá podrían funcionar", dice Martín Fraguío, director ejecutivo de Maizar-Asociación Maíz y Sorgo Argentino.
Bimbo está en todas partes, entrando todavía por la cocina. Maneja una variedad de panes que se hornean localmente. Vende tortillas de harina promoviendo las "quesaditas" y hasta le compiten procesadoras de Texas, con versiones de tortilla mixta de maíz y trigo. Importa desde México tostadas horneadas e introdujo galleta integral. El Gánsito, una de las piezas emblemáticas de Marinela, circula en su versión regional, un poco más corto.
El suplemento gastronómico de El País de Montevideo ha publicado recetas mexicanas. Su autor, el chef uruguayo, Nacho Quesada, cree que hay un lugar para esta cocina en este país, importando también más insumos para el paladar.


La distancia política con Sudamérica no detuvo el comercio de México con la región



Guillermo G. Espinosa
Montevideo, octubre de 2017

- Trump triangula la relación con los sudamericanos

La Coordillera es una película argentina que se estrenó este año en Sudamérica, mostrando a México como confeccionador de los intereses económicos de Estados Unidos.
"América para los americanos", afirma el presidente mexicano Sebastián Sastre, encarnado por Daniel Giménez Cacho, en una tensa reunión cumbre, cara a cara, tratando de convencer a los sudamericanos de formar una entidad económica continental.
Al final de la ficción coproducida por España y Francia, México queda aislado de América Latina, pero firme con los estadounidenses.
Esa es la misma visión de distanciamiento que el 26 de enero de 2017 llevó al presidente de Bolivia, Evo Morales, a sugerir que ha llegado la hora de que los mexicanos "miren al sur".
Es la imagen política que prevalece sobre la estadística económica y comercial, que, por el contrario, evidencia un creciente involucramiento de empresas mexicanas en las economías de América del Sur, con exportaciones, inversiones y más gente viajando al sur.
Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y México comenzaron a negociar nuevos acuerdos comerciales por separado para tratar de ampliar sus intercambios a partir del año próximo, intentando abrir el Mercado Común del Sur (Mercosur), que a pesar de su nombre no funciona como tal y tiene aún aranceles entre sus miembros.
Contra algunos pronósticos, el valor del comercio de México con Brasil y Argentina se ha triplicado en los últimos 15 años hasta llegar a nueve mil millones de dólares, según la información compilada por la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), el ente gubernamental que da seguimiento al comercio regional, desde Montevideo, y a cuya secretaría general llegó en septiembre el embajador mexicano Alejandro de la Peña Navarrete, un experto en negociaciones gubernamentales.
Al lado del movimiento de bienes, ha crecido también el desplazamiento de personas. La Dirección de Aeronáutica Civil del gobierno mexicano reporta un aumento de 10 veces en 20 años la cantidad de pasajeros transportados entre México y los 10 países de América del Sur. En 2015 sumaron dos millones 594 mil personas. La ruta sudamericana equivale a una décima parte de los viajeros del corredor norteamericano, que ya están sobre los 25 millones de viajeros, y es igual que el volumen de conexiones con Centroamérica (dos millones y medio).
Este incremento en la movilidad y el comercio exterior con los principales socios del Mercosur se debió en parte a los pactos de liberalización comercial que México promueve desde los años noventa.
Las ventas totales de México al Mercosur fueron insignificantes por años y décadas. La balanza comercial mexicana fue generalmente deficitaria para los mexicanos hasta que la exportación de autos, vehículos ligeros, autopartes, televisores, computadoras, cervezas y jugos, cobró fuerza, en la primera década de este siglo.
México vendió 4 mil 729 millones de dólares al Mercosur en 2016, pero en su mejor momento arañó los 8 mil millones de dólares en 2012, según las cifras de Aladi. Y ocho de cada 10 dólares vendido a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay fue resultado de la exportación de autos y manufacturas.

Triangulación
El repunte con el Mercosur ocurrió al mismo tiempo que disminuía la concentración de las exportaciones a Estados Unidos y Canadá, que en 2002 alcanzaba 92.3 por ciento y, una década después, había bajado a 83.8.
Cuando Brasil entró en una crisis que arrastró a sus socios del Mercosur, las ventas mexicanas tomaron una tendencia a la baja en Sudamérica y volvió a aumentar la concentración con los vecinos norteamericanos, hasta 87 por ciento, pero se mantiene el superávit mexicano, exportando cada vez más manufacturas como shampoo, pasta y cepillos de dientes.
Ahora, las estridentes declaraciones del presidente Donald Trump sobre el presunto retiro de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) son escuchadas en el sur como la oportunidad de vender más a Estados Unidos y a México.
"Existe potencial para que Argentina exporte productos de la cadena de la soya, cereales, como maíz, trigo y cebada, biodiesel, vinos, carnes, peras, malta, porotos (frijoles), maníes (cacahuates)", afirma Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina. "La idea de Argentina es incorporar al Acuerdo de Complementación Económica (ACE-06) bienes agronidustriales".
Las decisiones de Trump han arrojado sus primeras señales de política comercial hacia México y Sudamérica, como en un juego de billar a tres bandas. Tanto los empresarios, como los gobiernos y la opinión pública en Sudamérica están expectantes de la relación con México para proceder con el mandatario estadounidense.
"Todo depende ahora de la negociación del TLCAN", dice Ignacio Bartesaghi, especialista en comercio internacional de la Universidad Católica del Uruguay, al hacer un balance de las múltiples negociaciones comerciales en curso. México reescribe acuerdos de complementación económica por separado con Argentina, Brasil y Uruguay, y confecciona el primero con el aislado Paraguay, cautivo, como los consumidores uruguayos, de las manufacturas brasileñas, argentinas y chinas.
La recepción en la Casa Blanca de los presidentes Mauricio Macri de Argentina y Juan Manuel Santos de Colombia es proyectada en la opinión pública como una oportunidad para mejorar las condiciones de su relación. Michel Temer, que no ha viajado a una entrevista personal en Washington, subió en julio pasado a su cuenta de Twitter una foto de su corta reunión con Trump en Alemania, en ocasión de la cumbre del G20, proponiendo un encuentro con empresarios brasileños.
El mismo Trump se ocupó de exponer en público su experiencia con Macri, que estuvo en Washington sondeando el ánimo comercial de su homólogo. "El increíble camino económico en el que está ahora Argentina es algo que el mundo debe mirar... Yo le hablé de Corea del Norte y él me habló de limones", comentó Trump el 27 de abril pasado.
En agosto, el vicepresidente Mike Pence, de gira por Sudamérica, anunció que Estados Unidos dio finalmente el sí a la importación de los jugosos limones amarillos de la provincia de Tucumán, en el cálido norte de Argentina, que en la primera descarga podrían dejar unos 50 millones de dólares, con una posible escala en puerto mexicano.
A cambio Pence logró la apertura del mercado de carne de cerdo, aunque de inmediato provocó la reacción proteccionista de los productores de Santa Fe y Entre Ríos, al norte de Buenos Aires, anunciando -sin disimulo- la preparación de un "catálogo de restricciones sanitarias".
Pence anunció además, el 13 de agosto, en Bogotá, la admisión de aguacate colombiano del tipo Hass, producido en el valle del Cauca, Antioquia, Cundinamarca, Caldas y Santander, compitiendo con los exportadores de Michoacán. Pocas semanas antes, Trump había elogiado la colaboración de Colombia en la destrucción de plantas de coca, base para la refinación de cocaína, que, aunque ilegal, también está relacionado con los mercados estadounidenses.
El comercio tradicional de los países del Mercosur con Estados Unidos ha sido el de los commodities, los granos, la carne, los alimentos y otras materias primas sin procesar, como la madera que Argentina exporta ocasionalmente a México.

Autos, protegidos
El 7 de agosto, la prensa argentina circuló la versión gubernamental de que la renegociación del ACE-6 no tocará el tema automotriz, porque en marzo de 2015 ya fue renegociado el sector en otro pacto (ACE-55), disponiendo cupos límite de alrededor de 600 millones de dólares anuales, hasta 2019.
Esta es la misma situación con Brasil, el primero que se mostró a disgusto con la creciente importación mexicana de autos y partes, también en marzo de 2015.
Las manufacturas hicieron la gran diferencia en las exportaciones mexicanas, en el cambio del siglo XX al XXI. Se multiplicaron los vehículos y los televisores con sellos de "Hecho en México". En Argentina, su valor era apenas de 118 millones de dólares en 2002. En 2013 llegó a su punto más alto con mil 889 millones y aunque bajó un poco por las cuotas a los coches, las manufacturas mexicanas enviadas al puerto de Buenos Aires valieron mil 357 millones en 2016.
Con Brasil la historia es igualmente de crecimiento rápido. Ya para 2002 ocupaban la mayor parte de las exportaciones mexicanas con 631 millones. Tocaron techo en 2012 con 5 mil 645, transformando la escena comercial de México en el Mercosur.
La exclusión del sector automotriz no es una buena señal.
Félix Peña, director del Instituto de Comercio Internacional, dice que, dada la presente coyuntura mundial, México y Argentina deben llevar el "totum" a la mesa de negociaciones, es decir, todos los temas, los sectores, los actores y las nuevas condiciones mundiales. Se necesitan además "encuentros, conversaciones, diálogos, en ámbitos no gubernamentales, think tanks, donde se pueda hablar con franqueza y se nutra con ideas la negociación", dijo en entrevista.
Pero los signos proteccionistas aparecen ad infinitum. Apenas la última semana de agosto, Brasil planteó una reducción a la importación de lácteos uruguayos, estableciendo cuotas a uno de los principales productos de exportación de Uruguay. No parecería una alerta tan pesimista, si no fuera porque Brasil también quiere aplicar la medida a Argentina.
Brasil, Argentina y Uruguay se mueven en la lógica de vender, pero no siempre de comprar.
Bartesaghi llama a esto el "comercio administrado" de los países del Mercosur. Son economías volcadas al mercado interno e intrarregional. Han tratado infructuosamente de negociar el libre comercio con Europa desde hace 15 años y no están integrados a ningún bloque, lo que puede ser visto como una debilidad, pero también como un valioso elemento de negociación económica con el mundo, hacia el futuro, por su capacidad de producción de alimentos y sus 255 millones de consumidores, explicó el académico.
Su situación no es nueva ni obra de la casualidad. Los puertos de Rio de Janeiro (1565), Buenos Aires (1580) y Montevideo (1724) tienen una experiencia acumulada en el comercio mundial que data del origen mismo de su fundación en las costas atlánticas, no solo en el intercambio legal de bienes, sino también en el viejo contrabando. Y esto es todavía válido para los negocios derivados del tráfico ilegal de drogas, armas y autos.

Renegociación
Las querellas por proteccionismo también salen del sur. Mantilla, líder de los exportadores argentinos, dice que "el sector agrícola mexicano resulta ser el que mayores barreras arancelarias presenta. A modo de ejemplo, los productos más protegidos que aplican aranceles promedio de 25 por ciento o más son: azúcar, productos de confitería, bebidas, tabaco, productos animales, café, té y lácteos".
Pero en general no ha sido fácil armar la relación con el Mercosur. México no fue aceptado en la negociación de 1991 y fue hasta 2002 cuando se decidió pactar con cada miembro del bloque, llevando por fuera lo automotriz (ACE-55).
En julio de 2004 se activó el tratado de libre comercio con Uruguay con la idea de brincar de ahí a Argentina y Brasil. Esto no funcionó a causa de los aranceles internos del bloque y de trabas burocráticas. El primer pacto con Brasil entró en vigor en mayo de 2003, pero incluyó solo una pequeña cantidad de mercancías que ahora se pretende ampliar.
De vuelta a la mesa de negociaciones, los empresarios mexicanos tienen como objetivo "modernizar" los acuerdos.
"Es necesario mantener un instrumento que permita la defensa contra medidas proteccionistas, como cuotas compensatorias por dumping o salvaguardas", dar protección a la propiedad intelectual y ajustar las reglas de origen, sin afectar la competitividad, apuntó el director general del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), Fernando Ruiz Huarte.
La moneda está en el aire.

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Exportaciones de cerveza mexicana
Miles de dólares
                       2012          2013         2014        2015           2016

Argentina       9642           6664         8582      11579         11161
Brasil             2721             632       16030         5751          4577

Paraguay        1250           1707          2996        3676           6001
Uruguay         1709           2308          3736        3566           4029

Estados
Unidos       1660935    1737186    1869415   1903908     2289329

Fuente: Aladi