sábado, 24 de febrero de 2018

México entró en Sudamérica por la cocina

Guillermo G. Espinosa
Montevideo, septiembre de 2017

Hay una empresa mexicana que tiene ya medio siglo de operaciones en Sudamérica y entró por la cocina, vendiendo estufas. Ahora, desafiando señales cruzadas de los mercados sudamericanos, entre proteccionistas y aperturistas, Alsea de México anunció la instalación en Montevideo de su primer cafetería Starbucks, que desde hace tiempo viene compitiendo en Buenos Aires con los tradicionales cafés de la famosa calle de Corrientes y en la zona chic de Puerto Madero.
Los bancos centrales reportan una mayor inversión acumulada mexicana en Sudamérica. De 2005 a 2013, Argentina recibió tres mil 298 millones de dólares. Brasil registró 6 mil 267 millones en 2015 y Uruguay, 24 millones 200 mil dólares en 2008, aunque después ha estado en blanco.
El emblema de Telmex ha lucido espectacular en lo más alto de la principal avenida de Buenos Aires, la 9 de julio y Corrientes, aunque ya no está en la actualidad en ese sitio. Placas de la compañía se encuentran en cualquier acera de la capital argentina o en postes de Cusco, Perú, en el corazón de los Andes. El servicio de telefonía celular de Claro, el Telcel sudamericano, cubre toda la región.
El incremento del comercio de México con Argentina, Brasil y el resto de Sudamérica en el presente siglo llegó acompañado de flujos de inversión sin precedente, especialmente de las empresas que atienden el consumo local.
Mabe es un caso histórico. Hizo sus primeras exportaciones de línea blanca a Sudamérica en la década de 1960, pero comenzó a pisar fuerte en Argentina hasta que compró plantas en las provincias de Buenos Aires y San Luis, a finales de los noventa. Vende parte de sus 10 millones de unidades anuales en Ecuador, Chile, Perú y Colombia, compitiendo con empresas brasileñas.
Rotoplas es también un caso relevante por la conexión entre exportaciones, inversiones y operación global del negocio. La fabricante de tinacos de polietileno invirtió en Brasil la década pasada y ahora obtiene alrededor de 10 por ciento de sus ingresos totales del mercado brasileño (además de estar en toda Centroamérica, Ecuador y Perú).
Este año, Rotoplas anunció la adquisición de Conmix Argentina, una tradicional empresa del sector de la construcción en la pampa. Esta marca local no desaparecerá, pero empezará a compartir el espacio de los canales de distribución. En los próximos años -informó la compañía de Ciudad de México en un comunicado- Rotoplas "seguirá expandiéndose" aprovechando las "sinergias de las dos empresas".
En toda Sudamérica, Colombia ha sido el cliente más constante de México con compras récord de 6 mil 445 millones de dólares en 2012. Al cierre de 2016 cayó hasta 3 mil 404 millones, disputando como siempre el primer lugar a Brasil.
Bogotá y Santiago son las primeras sedes de tiendas Oxxo (de la regiomontana Femsa) en la región. En la venta retail (al menudeo), están además las tiendas Coppel en Buenos Aires, con 22 sucursales, y la versión del Doctor Simi en el Cono Sur, el Doctor Ahorro, con 24 locales en Chile y 50 en Argentina.
Aunque menor al valor de las manufacturas, la venta de cerveza a Sudamérica también ha crecido notablemente este siglo.
Las exportaciones de cerveza mexicana al mundo valen ya cerca de los tres mil millones de dólares, cuando apenas en 2012 habían rebasado los dos mil millones, siendo Estados Unidos el importador de dos terceras partes del total.
Chile es el principal cliente de los cerveceros mexicanos, según las cuentas de Aladi. En 2014, las ventas a ese país sumaron la cifra récord de 86 millones de dólares. Argentina se abstuvo por un tiempo; en 2015 y 2016 dio un salto a los 11 millones de dólares. Brasil tuvo su mejor momento en 2015 con 16 millones de dólares; cerró en 5 mil 751 millones en 2016.
Sudamérica es parte del boom mundial de Corona y se vende en una infinidad de bares, restaurantes, tiendas y supermercados. Negra Modelo, Dos X y Noche Buena aparecen de vez en cuando en algún establecimiento.
La comida mexicana no es popular y tiene muy marcado el estereotipo del picante, aunque va ganando espacios en anaqueles, algunos restaurantes y canales regionales de televisión. Hay salsas y frutas en almíbar La Costeña, jarabe de agave y botes de jugo Jumex, al precio de cualquier refresco local. Los jugos Del Valle, a través de los canales de distribución y las inversiones de Femsa, se venden en cualquier establecimiento comercial de Brasil, Argentina y Uruguay.
"México tiene un montón de empresas que son muy importantes, tanto en el mundo como en Estados Unidos, que podrían también invertir acá, no solamente para traer productos mexicanos... Que de a poco, la comida mexicana va pegando, así es que hay un montón de cosas que acá podrían funcionar", dice Martín Fraguío, director ejecutivo de Maizar-Asociación Maíz y Sorgo Argentino.
Bimbo está en todas partes, entrando todavía por la cocina. Maneja una variedad de panes que se hornean localmente. Vende tortillas de harina promoviendo las "quesaditas" y hasta le compiten procesadoras de Texas, con versiones de tortilla mixta de maíz y trigo. Importa desde México tostadas horneadas e introdujo galleta integral. El Gánsito, una de las piezas emblemáticas de Marinela, circula en su versión regional, un poco más corto.
El suplemento gastronómico de El País de Montevideo ha publicado recetas mexicanas. Su autor, el chef uruguayo, Nacho Quesada, cree que hay un lugar para esta cocina en este país, importando también más insumos para el paladar.


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