Montevideo,
septiembre de 2017
Hay una empresa mexicana que tiene ya medio siglo de operaciones en Sudamérica y entró por la
cocina, vendiendo estufas. Ahora, desafiando señales cruzadas
de los mercados sudamericanos, entre proteccionistas y aperturistas,
Alsea de México anunció la instalación en Montevideo de su primer
cafetería Starbucks, que desde hace tiempo viene
compitiendo en Buenos Aires con los
tradicionales cafés
de la famosa calle de Corrientes y en la zona chic de Puerto Madero.
Los
bancos centrales reportan una mayor inversión acumulada mexicana en
Sudamérica. De 2005 a 2013, Argentina
recibió tres mil 298 millones de dólares.
Brasil registró 6 mil 267 millones en 2015
y Uruguay, 24 millones 200 mil dólares en 2008, aunque
después ha estado en blanco.
El
emblema de Telmex ha lucido espectacular en lo más alto de la
principal avenida de Buenos Aires, la 9 de julio y Corrientes, aunque ya no está en la actualidad en ese sitio. Placas
de la compañía se encuentran en cualquier acera de la capital
argentina o en postes de Cusco, Perú, en el corazón de los Andes.
El servicio de telefonía celular de Claro, el Telcel sudamericano,
cubre toda la región.
El
incremento del comercio de México con Argentina, Brasil y el resto
de Sudamérica en el presente siglo llegó acompañado de flujos de
inversión sin precedente, especialmente de las empresas que atienden
el consumo local.
Mabe
es un caso histórico. Hizo sus primeras exportaciones de línea
blanca a Sudamérica en la década de 1960, pero comenzó a pisar
fuerte en Argentina hasta que compró plantas en las provincias de
Buenos Aires y San Luis, a finales de los noventa. Vende parte de sus
10 millones de unidades anuales en Ecuador, Chile, Perú y Colombia,
compitiendo con empresas brasileñas.
Rotoplas
es también un caso relevante por la conexión entre exportaciones,
inversiones y operación global del negocio. La fabricante de tinacos
de polietileno invirtió en Brasil la década pasada y ahora obtiene
alrededor de 10 por ciento de sus ingresos totales del mercado
brasileño (además de estar en toda Centroamérica, Ecuador y Perú).
Este
año, Rotoplas anunció la adquisición de Conmix Argentina, una
tradicional empresa del sector de la construcción en la pampa. Esta
marca local no desaparecerá, pero empezará a compartir el espacio
de los canales de distribución. En los próximos años -informó la
compañía de Ciudad de México en un comunicado- Rotoplas "seguirá
expandiéndose" aprovechando las "sinergias de las dos
empresas".
En
toda Sudamérica, Colombia ha sido el cliente más constante de
México con compras récord de 6 mil 445 millones de dólares en
2012. Al cierre de 2016 cayó hasta 3 mil 404 millones, disputando
como siempre el primer lugar a Brasil.
Bogotá
y Santiago son las primeras sedes de tiendas Oxxo (de la regiomontana
Femsa) en la región. En la venta retail (al menudeo), están
además las tiendas Coppel en Buenos Aires, con 22 sucursales, y la
versión del Doctor Simi en el Cono Sur, el Doctor Ahorro, con 24
locales en Chile y 50 en Argentina.
Aunque
menor al valor de las manufacturas, la venta de cerveza a Sudamérica
también ha crecido notablemente este siglo.
Las
exportaciones de cerveza mexicana al mundo valen ya cerca de los tres
mil millones de dólares, cuando apenas en 2012 habían rebasado los
dos mil millones, siendo Estados Unidos el importador de dos terceras
partes del total.
Chile
es el principal cliente de los cerveceros mexicanos, según las
cuentas de Aladi. En 2014, las ventas a ese país sumaron la cifra
récord de 86 millones de dólares. Argentina
se abstuvo por un tiempo; en 2015 y 2016 dio un salto a los 11
millones de dólares. Brasil tuvo su mejor momento
en 2015 con 16 millones de dólares; cerró
en 5 mil 751 millones en
2016.
Sudamérica
es parte del boom mundial de Corona y se vende en una infinidad de
bares, restaurantes, tiendas y supermercados. Negra Modelo,
Dos X y Noche Buena aparecen de vez
en cuando en algún establecimiento.
La
comida mexicana no es popular y tiene muy
marcado el estereotipo del picante, aunque va ganando
espacios en anaqueles,
algunos restaurantes
y canales regionales de televisión. Hay
salsas y frutas en almíbar La Costeña, jarabe de agave y botes de
jugo Jumex, al precio de cualquier refresco local. Los jugos Del
Valle, a través de los canales de distribución y las inversiones de
Femsa, se venden en cualquier establecimiento comercial de Brasil,
Argentina y Uruguay.
"México
tiene un montón de empresas que son muy importantes, tanto en el
mundo como en Estados Unidos, que podrían también invertir acá, no
solamente para traer productos mexicanos... Que de a poco, la comida
mexicana va pegando, así es que hay un montón de cosas que acá
podrían funcionar", dice Martín Fraguío, director ejecutivo
de Maizar-Asociación Maíz y Sorgo Argentino.
Bimbo está en todas partes, entrando
todavía por la cocina. Maneja una variedad de panes que se hornean
localmente. Vende tortillas de harina promoviendo las "quesaditas"
y hasta le compiten procesadoras de Texas, con versiones de tortilla
mixta de maíz y trigo. Importa desde México tostadas horneadas e
introdujo galleta integral. El Gánsito, una de las piezas
emblemáticas de Marinela, circula en su versión
regional, un poco más corto.
El
suplemento gastronómico de El
País
de
Montevideo
ha
publicado recetas mexicanas.
Su autor, el
chef uruguayo,
Nacho Quesada, cree
que
hay un lugar para esta
cocina en
este país, importando también más insumos para el paladar.
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