sábado, 24 de febrero de 2018

La distancia política con Sudamérica no detuvo el comercio de México con la región



Guillermo G. Espinosa
Montevideo, octubre de 2017

- Trump triangula la relación con los sudamericanos

La Coordillera es una película argentina que se estrenó este año en Sudamérica, mostrando a México como confeccionador de los intereses económicos de Estados Unidos.
"América para los americanos", afirma el presidente mexicano Sebastián Sastre, encarnado por Daniel Giménez Cacho, en una tensa reunión cumbre, cara a cara, tratando de convencer a los sudamericanos de formar una entidad económica continental.
Al final de la ficción coproducida por España y Francia, México queda aislado de América Latina, pero firme con los estadounidenses.
Esa es la misma visión de distanciamiento que el 26 de enero de 2017 llevó al presidente de Bolivia, Evo Morales, a sugerir que ha llegado la hora de que los mexicanos "miren al sur".
Es la imagen política que prevalece sobre la estadística económica y comercial, que, por el contrario, evidencia un creciente involucramiento de empresas mexicanas en las economías de América del Sur, con exportaciones, inversiones y más gente viajando al sur.
Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y México comenzaron a negociar nuevos acuerdos comerciales por separado para tratar de ampliar sus intercambios a partir del año próximo, intentando abrir el Mercado Común del Sur (Mercosur), que a pesar de su nombre no funciona como tal y tiene aún aranceles entre sus miembros.
Contra algunos pronósticos, el valor del comercio de México con Brasil y Argentina se ha triplicado en los últimos 15 años hasta llegar a nueve mil millones de dólares, según la información compilada por la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), el ente gubernamental que da seguimiento al comercio regional, desde Montevideo, y a cuya secretaría general llegó en septiembre el embajador mexicano Alejandro de la Peña Navarrete, un experto en negociaciones gubernamentales.
Al lado del movimiento de bienes, ha crecido también el desplazamiento de personas. La Dirección de Aeronáutica Civil del gobierno mexicano reporta un aumento de 10 veces en 20 años la cantidad de pasajeros transportados entre México y los 10 países de América del Sur. En 2015 sumaron dos millones 594 mil personas. La ruta sudamericana equivale a una décima parte de los viajeros del corredor norteamericano, que ya están sobre los 25 millones de viajeros, y es igual que el volumen de conexiones con Centroamérica (dos millones y medio).
Este incremento en la movilidad y el comercio exterior con los principales socios del Mercosur se debió en parte a los pactos de liberalización comercial que México promueve desde los años noventa.
Las ventas totales de México al Mercosur fueron insignificantes por años y décadas. La balanza comercial mexicana fue generalmente deficitaria para los mexicanos hasta que la exportación de autos, vehículos ligeros, autopartes, televisores, computadoras, cervezas y jugos, cobró fuerza, en la primera década de este siglo.
México vendió 4 mil 729 millones de dólares al Mercosur en 2016, pero en su mejor momento arañó los 8 mil millones de dólares en 2012, según las cifras de Aladi. Y ocho de cada 10 dólares vendido a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay fue resultado de la exportación de autos y manufacturas.

Triangulación
El repunte con el Mercosur ocurrió al mismo tiempo que disminuía la concentración de las exportaciones a Estados Unidos y Canadá, que en 2002 alcanzaba 92.3 por ciento y, una década después, había bajado a 83.8.
Cuando Brasil entró en una crisis que arrastró a sus socios del Mercosur, las ventas mexicanas tomaron una tendencia a la baja en Sudamérica y volvió a aumentar la concentración con los vecinos norteamericanos, hasta 87 por ciento, pero se mantiene el superávit mexicano, exportando cada vez más manufacturas como shampoo, pasta y cepillos de dientes.
Ahora, las estridentes declaraciones del presidente Donald Trump sobre el presunto retiro de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) son escuchadas en el sur como la oportunidad de vender más a Estados Unidos y a México.
"Existe potencial para que Argentina exporte productos de la cadena de la soya, cereales, como maíz, trigo y cebada, biodiesel, vinos, carnes, peras, malta, porotos (frijoles), maníes (cacahuates)", afirma Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina. "La idea de Argentina es incorporar al Acuerdo de Complementación Económica (ACE-06) bienes agronidustriales".
Las decisiones de Trump han arrojado sus primeras señales de política comercial hacia México y Sudamérica, como en un juego de billar a tres bandas. Tanto los empresarios, como los gobiernos y la opinión pública en Sudamérica están expectantes de la relación con México para proceder con el mandatario estadounidense.
"Todo depende ahora de la negociación del TLCAN", dice Ignacio Bartesaghi, especialista en comercio internacional de la Universidad Católica del Uruguay, al hacer un balance de las múltiples negociaciones comerciales en curso. México reescribe acuerdos de complementación económica por separado con Argentina, Brasil y Uruguay, y confecciona el primero con el aislado Paraguay, cautivo, como los consumidores uruguayos, de las manufacturas brasileñas, argentinas y chinas.
La recepción en la Casa Blanca de los presidentes Mauricio Macri de Argentina y Juan Manuel Santos de Colombia es proyectada en la opinión pública como una oportunidad para mejorar las condiciones de su relación. Michel Temer, que no ha viajado a una entrevista personal en Washington, subió en julio pasado a su cuenta de Twitter una foto de su corta reunión con Trump en Alemania, en ocasión de la cumbre del G20, proponiendo un encuentro con empresarios brasileños.
El mismo Trump se ocupó de exponer en público su experiencia con Macri, que estuvo en Washington sondeando el ánimo comercial de su homólogo. "El increíble camino económico en el que está ahora Argentina es algo que el mundo debe mirar... Yo le hablé de Corea del Norte y él me habló de limones", comentó Trump el 27 de abril pasado.
En agosto, el vicepresidente Mike Pence, de gira por Sudamérica, anunció que Estados Unidos dio finalmente el sí a la importación de los jugosos limones amarillos de la provincia de Tucumán, en el cálido norte de Argentina, que en la primera descarga podrían dejar unos 50 millones de dólares, con una posible escala en puerto mexicano.
A cambio Pence logró la apertura del mercado de carne de cerdo, aunque de inmediato provocó la reacción proteccionista de los productores de Santa Fe y Entre Ríos, al norte de Buenos Aires, anunciando -sin disimulo- la preparación de un "catálogo de restricciones sanitarias".
Pence anunció además, el 13 de agosto, en Bogotá, la admisión de aguacate colombiano del tipo Hass, producido en el valle del Cauca, Antioquia, Cundinamarca, Caldas y Santander, compitiendo con los exportadores de Michoacán. Pocas semanas antes, Trump había elogiado la colaboración de Colombia en la destrucción de plantas de coca, base para la refinación de cocaína, que, aunque ilegal, también está relacionado con los mercados estadounidenses.
El comercio tradicional de los países del Mercosur con Estados Unidos ha sido el de los commodities, los granos, la carne, los alimentos y otras materias primas sin procesar, como la madera que Argentina exporta ocasionalmente a México.

Autos, protegidos
El 7 de agosto, la prensa argentina circuló la versión gubernamental de que la renegociación del ACE-6 no tocará el tema automotriz, porque en marzo de 2015 ya fue renegociado el sector en otro pacto (ACE-55), disponiendo cupos límite de alrededor de 600 millones de dólares anuales, hasta 2019.
Esta es la misma situación con Brasil, el primero que se mostró a disgusto con la creciente importación mexicana de autos y partes, también en marzo de 2015.
Las manufacturas hicieron la gran diferencia en las exportaciones mexicanas, en el cambio del siglo XX al XXI. Se multiplicaron los vehículos y los televisores con sellos de "Hecho en México". En Argentina, su valor era apenas de 118 millones de dólares en 2002. En 2013 llegó a su punto más alto con mil 889 millones y aunque bajó un poco por las cuotas a los coches, las manufacturas mexicanas enviadas al puerto de Buenos Aires valieron mil 357 millones en 2016.
Con Brasil la historia es igualmente de crecimiento rápido. Ya para 2002 ocupaban la mayor parte de las exportaciones mexicanas con 631 millones. Tocaron techo en 2012 con 5 mil 645, transformando la escena comercial de México en el Mercosur.
La exclusión del sector automotriz no es una buena señal.
Félix Peña, director del Instituto de Comercio Internacional, dice que, dada la presente coyuntura mundial, México y Argentina deben llevar el "totum" a la mesa de negociaciones, es decir, todos los temas, los sectores, los actores y las nuevas condiciones mundiales. Se necesitan además "encuentros, conversaciones, diálogos, en ámbitos no gubernamentales, think tanks, donde se pueda hablar con franqueza y se nutra con ideas la negociación", dijo en entrevista.
Pero los signos proteccionistas aparecen ad infinitum. Apenas la última semana de agosto, Brasil planteó una reducción a la importación de lácteos uruguayos, estableciendo cuotas a uno de los principales productos de exportación de Uruguay. No parecería una alerta tan pesimista, si no fuera porque Brasil también quiere aplicar la medida a Argentina.
Brasil, Argentina y Uruguay se mueven en la lógica de vender, pero no siempre de comprar.
Bartesaghi llama a esto el "comercio administrado" de los países del Mercosur. Son economías volcadas al mercado interno e intrarregional. Han tratado infructuosamente de negociar el libre comercio con Europa desde hace 15 años y no están integrados a ningún bloque, lo que puede ser visto como una debilidad, pero también como un valioso elemento de negociación económica con el mundo, hacia el futuro, por su capacidad de producción de alimentos y sus 255 millones de consumidores, explicó el académico.
Su situación no es nueva ni obra de la casualidad. Los puertos de Rio de Janeiro (1565), Buenos Aires (1580) y Montevideo (1724) tienen una experiencia acumulada en el comercio mundial que data del origen mismo de su fundación en las costas atlánticas, no solo en el intercambio legal de bienes, sino también en el viejo contrabando. Y esto es todavía válido para los negocios derivados del tráfico ilegal de drogas, armas y autos.

Renegociación
Las querellas por proteccionismo también salen del sur. Mantilla, líder de los exportadores argentinos, dice que "el sector agrícola mexicano resulta ser el que mayores barreras arancelarias presenta. A modo de ejemplo, los productos más protegidos que aplican aranceles promedio de 25 por ciento o más son: azúcar, productos de confitería, bebidas, tabaco, productos animales, café, té y lácteos".
Pero en general no ha sido fácil armar la relación con el Mercosur. México no fue aceptado en la negociación de 1991 y fue hasta 2002 cuando se decidió pactar con cada miembro del bloque, llevando por fuera lo automotriz (ACE-55).
En julio de 2004 se activó el tratado de libre comercio con Uruguay con la idea de brincar de ahí a Argentina y Brasil. Esto no funcionó a causa de los aranceles internos del bloque y de trabas burocráticas. El primer pacto con Brasil entró en vigor en mayo de 2003, pero incluyó solo una pequeña cantidad de mercancías que ahora se pretende ampliar.
De vuelta a la mesa de negociaciones, los empresarios mexicanos tienen como objetivo "modernizar" los acuerdos.
"Es necesario mantener un instrumento que permita la defensa contra medidas proteccionistas, como cuotas compensatorias por dumping o salvaguardas", dar protección a la propiedad intelectual y ajustar las reglas de origen, sin afectar la competitividad, apuntó el director general del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), Fernando Ruiz Huarte.
La moneda está en el aire.

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Exportaciones de cerveza mexicana
Miles de dólares
                       2012          2013         2014        2015           2016

Argentina       9642           6664         8582      11579         11161
Brasil             2721             632       16030         5751          4577

Paraguay        1250           1707          2996        3676           6001
Uruguay         1709           2308          3736        3566           4029

Estados
Unidos       1660935    1737186    1869415   1903908     2289329

Fuente: Aladi

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