lunes, 12 de noviembre de 2018

Cultura pop de Argentina en calcomanías


Rosario es una ciudad industrial y un puerto fluvial de Argentina. El centro de la ciudad conserva viejos y monumentales edificios de arquitectura neoclásica y art nouveau que conviven con edificios de apartamentos de arquitectura puramente funcional.
La gente tiene orgullo en esta ciudad del norte argentino de haber visto nacer y crecer a políticos como Ernesto "Che" Guevara, al futbolista Leonel Messi, el rockero Fito Páez y el actor cómico Alberto Olmedo. Desde luego, le rinden culto a Diego Armando Maradona y al genio loco de Charlie García.
En Argentina, a diferencia de lo que pasa en otros países de América Latina, se ha conservado el arte gráfico pop de la década de los setenta, imprimiendo imágenes en calcomanías. Estas piezas están a la venta en una tienda de golosinas y objetos de uso básico, como tijeras y adaptadores eléctricos, que se encuentra en la terminal de autobuses de la ciudad.
Como casi cualquier terminal del mundo, la estación está instalada en un inmueble custodiado por una torre y su reloj, que sirvió de central feroviaria. El sitio está rodeado de hoteles y restaurantes a los que nadie va más que cuando se presenta la necesidad, pero
como todo punto de llegada y salida, está colmado de gente desde que sale la luz del sol hasta que se extingue.
Nada como una terminal de autobuses para reflexionar sobre el paso efímero de la vida, el mundo, las cosas que nos rodean de manera inmediata, las distancias y la gente que pasa, que camina, va y viaja, dejando huella como estos héroes de la cultura pop argentina.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

El Fanal, en los anales de la nada



El Fanal de Villa de Artigas es un periódico sin lienzo, en un lugar que perdió su nombre. Existe únicamente en las cartas que escribió su fundador, Andrés Pérez Vila, hablando de algunas de las informaciones que publicó en 1855, en una pequeña población de la costa atlántica del Uruguay, que ahora se llama Rio Branco.
El libro que cuenta la
trágica historia de El Fanal
de Cerro Largo, Uruguay
Foto: ggem
A primera vista, esta historia podría parecer una broma o una pieza de lo absurdo. Pero existe. Y ha alcanzado ese estado porque un hombre llamado Julio R. Corbacho, nieto de Pérez Vila en la vida real, escribió una serie de artículos en los que cita las cartas de su abuelo en el siglo XIX.
El libro es en sí mismo una rareza. Fue publicado en una edición particular en Buenos Aires con el título de "El Fanal" 1855 -1955. Contribución a la historia del periodismo uruguayo. La publicación del libro tiene mucho sentido porque presenta testimonios de la impresión y circulación de un periódico de la zona rural uruguaya, a unos 300 kilómetros al norte del puerto de Montevideo, entre marzo y diciembre de 1855.
Su redacción tiene un aire romántico, de prosa formal y solemne. El autor se refiere al conjunto de sus 30 textos como un "opúsculo", término que suele darse a una obra breve que pontifica la vida de una persona, generalmente héroes, militares, hombres de Estado y científicos. El capítulo titulado "Una centuria periodística", que alude al aniversario del periódico del que no hay un solo ejemplar, describe el hecho mismo de la publicación:

"Tal era la época y el ambiente local en el que el choque del pedernal de la barbarie, con el tosco eslabón de la incipiente cultura patria, encendió esta primera chispa, este "Fanal" que, por tan corto espacio, brilló en el horizonte del solar nativo, para caer de pronto, sorpresivamente, como fugaz meteoro, señalando el derrotero a la futura prensa rural.

"Puede, en verdad, decirse que en su corta trayectoria trazó un arco de luz -su propio arco del triunfo-, bajo el cual debía pasar nuestra prensa de tierra adentro, que, desde entonces acá, constituye un alto timbre de honor en el concierto periodístico de América". (1)

El periódico se publicaba dos veces por semana y cada número fue redactado por un hombre de apellido Uriarte, cuyo nombre de pila se desconoce. Tampoco se sabe en qué fecha precisa comenzó a circular El Fanal y es Corbacho quien supone y apunta a marzo. La pérdida de una parte del archivo epistolar es la causa de ese vacío en la información.
El Fanal surge en la vida de Villa de Artigas al final del conflicto conocido como la Guerra Grande, que duró más de una década y alineó en dos bandos a fuerzas políticas aliadas transnacionales de Argentina y Uruguay, los federalistas con los colorados y los unitarios con los blancos, en alguna medida, los intereses de las elites comerciales y agropecuarias encontrados de frente. El poder asentado en Buenos Aires contra las provincias del interior, que tuvieron en Montevideo su principal bastión y refugio de exiliados argentinos.
Corbacho dice que El Fanal es el único periódico fuera de Montevideo al momento de su fundación. El periódico recogía informaciones provenientes de la capital para ser "tribuna periodística", "independiente",(2) dice el nieto de Pérez Vila, con suscriptores no solo en la villa, sino también en la campiña, entre los hacendados. Fue también suscriptor el jefe político del departamento de Cerro Largo, Dionisio Coronel, caudillo involucrado en primera línea en un hecho de armas en 1853.
Las imprentas a mediados del siglo XIX todavía eran, en su gran mayoría, máquinas que no habían cambiado mucho respecto a lo que dejó Gutenberg en el XV. (3) Una prensa era capaz de producir 300 periódicos durante una noche, con al menos un par de operarios que armaban los textos en las cajas, escogiendo cada tipo móvil; cuando terminaban de preparar la placa tipográfica, procedían a imprimir sobre el papel, haciendo descender la prensa y así, una y otra vez.
Uruguay, que tenía un escaso cuarto de siglo de vida, pasó casi una década y media ensartada en aquella guerra sin fronteras, la Guerra Grande, que los historiadores en Uruguay circunscriben al periodo 1839 y 1851, no obstante que las hostilidades prevalecieron hasta 1852, cuando ocurre la batalla de Caseros, en territorio argentino. Todavía en la siguiente década, Uruguay volvió a cimentarse con una revuelta en 1855, que terminó con la firma de un acuerdo entre el general Venancio Flores, un colorado, quien fue depuesto del gobierno, y el general Manuel Oribe, un blanco que recién volvía del exilio en Brasil.
Pérez Vila relata ese pasaje en el que Flores sale de Montevideo, organiza en el interior la defensa de su gobierno y para de vuelta frente a Montevideo al mando de un millar de hombres armados. Un grupo de comerciantes negoció el regreso del gobernante legítimo. Pérez Vila narra este episodio para presumir a un suscriptor poderoso llamado Camilo Silva que El Fanal había publicado la información sobre el acuerdo de paz.

"Estas eran nuestras últimas noticias, cuando en este momento acaba de llegar un chasque con los oficios de la paz de fecha 2 [de septiembre], que en el acto se mandó imprimir en "El Fanal", y le remito un boletín, pues aunque no trae pormenores, es de gran interés para el país". (4)

La intención de Pérez Vila de impresionar al destinatario de la misiva era la de convencerlo de ser suscriptor de El Fanal, destacando a la prensa montevideana como una fuente de información del bisemanario de Villa de Artigas, homónimo de otro periódico de Uruguay, publicado entre 1832 y 1834 de la villa de Canelones. Lo escribió así:

"Demoré el correo por esperar el de Montevideo, que llegó esta noche, a fin de enterarme de las noticias de la paz, que efectivamente confirman los diarios... Ud. puede tomar El Fanal desde el 1 de octubre y nos dirá por cuánto tiempo lo suscribo, si por tres o seis meses". (5)

Los periódicos a mediados del siglo XIX, hechos por dos o tres personas, solían tener una vida efímera. El Universal, uno de los más longevos de la primera mitad, existió nueve años, de 1829 a 1838. La mayoría vivía meses, no solo en Uruguay, sino en todo el mundo occidental. En dos cartas de marzo de 1856 -una de ellas al citado Camilo Silva-, Pérez Vila reveló que Uriarte, el redactor y maestro, se había ido a radicar a Buenos Aires sin mediar explicación y lo lamentó: "¡Murió El Fanal!". Que este hecho sea reportado en los anales de la nada.

***



1) Corbacho, Julio, R., "El Fanal" 1855 - 1955, Buenos Aires, Talleres Gráficos del Colegio León XIII, 1954, P. 31.
2) Op cit, P. 21.
3) La prensa activada con la energía generada por el vapor fue puesta en servicio en la segunda década del siglo XIX en Londres. Pasaron varias décadas para que se implantaran esas máquinas en Sudamérica.
4) Op cit, Pp. 63-64.
5) Op cit, P. 65.

jueves, 13 de septiembre de 2018

El hombre sin pueblo



Este billete de Colombia, actualmente en curso, porta una frase dicha por Jorge Eliécer Gaitán, un líder político de la década de los cuarenta: "Yo no soy un hombre, soy un pueblo... El pueblo es superior a sus dirigentes". Gaitán fue asesinado poco tiempo después de haber hecho esta declaración, cediendo paso a una espiral de violencia en Colombia que primero se expresó en los disturbios del Bogotazo de abril de 1948 y luego en la insurgencia guerrillera de 1964, que duraría seis décadas. Aquella ambigüedad retórica-discursiva nos recuerda que no hay nada nuevo bajo el sol. Al final, la voz del hombre que perdió todo, inclusive el pueblo.

domingo, 29 de julio de 2018

Montevideo, 1890.

Viñeta publicada en la revista Caras y Caretas, mofándose de políticos de la época, caricaturizándolos como langostas que invaden Montevideo.

La imagen muestra en el centro la catedral, ahora eclipsada por edificios de vidrio y concreto del siglo XX.
Como las viejas plazas españolas, tipo claustro, en el contorno hay portales que aquí daban continuidad a un mismo pasillo, conocido como "La pasiva".

miércoles, 16 de mayo de 2018

El rey sin reino


Esta fue la noticia que el Diario de la Tarde de Buenos Aires dio el 16 de diciembre de 1833
Las noticias en la prensa de principios del siglo XIX
no se escribían bajo el rigor de técnicas de redacción, pero
la narrativa hacía referencia a las fuentes,
elemento fundamental de la práctica
y la legitimidad del periodismo.
sobre la muerte de Fernando VII, el rey de España en cuyas manos se desmoronó el imperio hispanoamericano, a partir de 1808, secuestrado por Napoleón.
La circulación de información entre Europa, Sudamérica, México y Norteamérica tardaba de dos a tres meses, generalmente, algo que claramente revela la nota de prensa adjunta.
El nombre completo de esta publicación fue Diario de la Tarde, comercial, político y literario y salió a la venta de 1831 a 1852. Podría decirse que fue el periódico que acompañó al dictador Juan Manuel de Rosas, en su ascenso y caída de la Presidencia de la Nación Argentina. Se imprimía en cuatro planas. La principal generalmente incluía información política, seguida de reportes marítimos y novedades científicas y literarias. Las páginas tres y cuatro estaban cubiertas de anuncios comerciales, desde un libro y un toro, hasta un esclavo. En esta publicación que circulaba de lunes a sábado, escribió el joven Bartolomé Mitre, quien tiempo después, en 1870, fundaría La Nación de Buenos Aires y luego llegaría a ser presidente de la República.
El fallecimiento de Fernando VII, borbón que destrozó su circunstancia, como diría José Ortega y Gasset, fue difundido como noticia, de barco en barco, augurando difíciles tiempos para España, que ya desde las invasiones inglesas de 1806 y 1807 a Montevideo y Buenos Aires había sido desafiada por los británicos. José Vasconcelos escribió en su Historia de México, en la sección donde se refiere al movimiento de independencia, que Napoleón fue el corresponsable de la debacle hispana y latina, vendiendo la Luisiana a los Estados Unidos de América y cediendo en definitiva la hegemonía mundial al Reino Unido de la Gran Bretaña.

viernes, 11 de mayo de 2018

Un escudo mexicano en Uruguay

Juan María Pérez fue un montevideano de la primera mitad del siglo XIX, hombre de gran fortuna que, dice la leyenda, compró para su habitación matrimonial una cama de oro que en la cabecera y la piecera llevaba el escudo mexicano republicano de la primera mitad del siglo XIX.
Esta cama que perteneció a un
comerciante montevideano del
siglo XIX muestra en el centro
un escudo republicano
de México. Foto: GGEM 
Se desconocen las motivaciones que este ganadero, comerciante y político tuvo para hacerse de un mueble de estas suntuosas características. Tampoco se sabe quién fue el dueño original. La cama que aparece en estas fotografías es en realidad de latón con un baño de oro.
Pérez nació en 1790, se casó a los 39 años y murió en 1845. Vivió un periodo crucial en la vida de lo que llegaría a ser la República Oriental del Uruguay. En su juventud se formó como teólogo, una disciplina que compartían los religiosos con los laicos, todavía en el siglo XVIII; fue miembro de una élite de la provincia oriental de Río de la Plata que apreciaba la heráldica y el poder de los símbolos.
El Museo Romántico de la ciudad de Montevideo exhibe la cama en la habitación principal de una casa con patio y pozo de agua al centro, caracrerística de la primera mitad del siglo XIX, que perteneció a un comerciante de apellido Montero.
En la habitación principal, los retratos de la familia Pérez custodian desde lo alto la cama dorada. Don Juan María, que fue uno de los hombres más ricos de la provincia Oriental y doña Paula Fuentes y sus hijos miran atentos, como una familia tradicional y pudiente de la época, en una sociedad en la que primaba el pensamiento romántico nacionalista, con una mezcla de símbolos e iconografías clásicas de proyectos e ideas de nuevas nacionalidades y Estados soberanos.


martes, 24 de abril de 2018

Montevideo y Buenos Aires: la rivalidad de los puertos



La "Ciudad Vieja", el centro y el puerto de Montevideo,
al fondo, vista desde la fortaleza del Cerro,
en julio de 2007. Foto: ggem
Montevideo y Buenos Aires son como ciudades siamesas, dos cabezas que salen de un mismo río. Cuando hace frío aquí, allá también están temblando. Y si allá sacan los paraguas, acá sacan la gabardina.
Las dos grandes ciudades capitales del río de la Plata son también puertos rivales. Lo han sido casi desde la fundación de Montevideo, en la primera mitad del siglo XVIII.
Las ventajas provienen de las facilidades del puerto natural montevideano y su privilegiada ubicación en la zona de acceso al estuario, por el cual bajan al océano las aguas del Uruguay, el Paraná, el Paraguay, el Pilcomayo y muchos otros afluentes.
En el periodo virreinal que terminó en la segunda década del siglo XIX, Montevideo fue además la sede regional de la armada española, lo que dio un privilegio adicional a la principal ciudad del territorio oriental del virreinato del Río de la Plata, del que no gozaba Buenos Aires.
La rivalidad de los puertos ha sido vista por una vieja corriente histórica uruguaya como una de las causas de su nacionalidad, lo que ha sido cuestionado por nuevas generaciones de historiadores revisionistas.
Los historiadores de los dos lados del Plata argumentan que Montevideo y Buenos Aires pertenecen a una misma región, donde han entrelazado sus conexiones políticas y sociales, a pesar de las disputas entre los empresarios portuarios.
Un periódico de Buenos Aires, Diario de la Tarde, publicó en 1833 la carta de un suscriptor que daba cuenta de los incentivos que ofrecía Montevideo a los navegantes y sugería seguir su ejemplo, demostrando que sí ha existido, al menos, la competencia de los servicios portuarios.
El puerto de Buenos Aires, fotografiado
desde un avión en dirección al
Aeroparque. Foto: ggem, julio de 2007.
Cuando ha habido persecución política en Buenos Aires, como precisamente ocurrió en 1833, tras una revuelta armada contra la hegemonía del puerto sobre las provincias del interior, Montevideo ha acogido a los exiliados políticos.
Y viceversa, cuando la persecución fue contra los disidentes uruguayos, Buenos Aires ha sido el espacio de acogida, aunque a veces con mala fortuna, como en los años de la Operación Cóndor que. está probado, asoció a las dictaduras militares y "cívico-militares" para perseguir en todos los frentes a los presuntos militantes de grupos políticos armados.
Un cuento de dos ciudades. Montevideo y Buenos Aires, una para la otra.

domingo, 11 de marzo de 2018

La hiperinflación reflejada en la numismática venezolana

Billete fechado el
18 de agosto de 2016.

 Foto: ggem
Este billete de la República Bolivariana de Venezuela es una pieza rara de la numismática por la disposición gráfica vertical de su cara principal.
Los 100 mil pesos de la denominación son equivalentes a un dólar, en casas de Cambio en la vecina república colombiana, por ejemplo, pero en el mercado negro vale menos.
La alta cifra marcada es consecuencia de la hiperinflación que vive Venezuela desde hace varios años, acentuada en el último lustro.
El billete fue impreso por la Casa de la Moneda venezolana en 2016, como parte de la sustitución del dinero circulante, presionado por el rápido crecimiento de los precios; la gente, en el día a día, se vio obligada en 2015 y 2016 a cargar su dinero en bolsas o maletas, algo que parecería una broma, pero ha sido una realidad.

martes, 6 de marzo de 2018

Américo Vespucio encuentra la Cruz del Sur

Existe un fantástico grabado que recrea el instante en que el florentino Amerigo Vespucci (Américo Vespucio, en su versión castellanizada), cartógrafo, astrónomo y navegante, descubre la existencia de una constelación que solo puede verse desde el hemisferio sur del planeta. A ese conjunto de estrellas le llamó la Cruz del Sur y es uno de los símbolos de la América meridional. Brasil la lleva en su bandera y en su escudo nacional y ha sido también adoptada en Oceanía por Australia, Nueva Zelanda y Papúa Samoa.
Vespucio encuentra la Cruz del Sur, constelación
visible desde América meridional y referente
cosmográfico. Grabado de 1591.
Vespucio se ve en la imagen con un astrolabio, el instrumento que los astrónomos del siglo XV utilizaban para sus cálculos físicos. El navegante hizo tres viajes al Mundus Novus. El primero en una expedición organizada en 1499 por el español Alonso de Ojeda, que los llevó hasta la costa norte de Sudamérica, donde topan con el lago Maracaibo y la desembocadura del río Orinoco. El segundo en un viaje que él mismo organizó con el patrocinio del reino Manuel I de Portugal, en 1501, logrando rodear la costa continental de lo que hoy son Brasil, Uruguay y Argentina; se quedó a unos 600 kiómetros al norte de Tierra del Fuego y del estrecho de Todos Santos, que después tomó el nombre de Fernando de Magallanes. Del tercero se sabe poco, aunque se conoce que volvió a Brasil. En 1500, el navegante Cabral llegó a la desembocadura del Amazonas y es considerado por ello descubridor de Brasil, pero Vespucio fue más allá, ganándose el mérito del descubrimiento continental.
La observación de la Cruz del Sur fue una de las informaciones que le revelaron que el planeta era más extenso de lo que se había creído siempre. Como geógrafo, Vespucio estaba en busca de puntos de referencia y las estrellas del hemisferio sur fueron determinantes en la confirmación de sus hipotesis. En su segundo viaje, permaneció 16 meses, recogiendo datos de las etnias, la fauna y la flora.
Hacia el final del siglo XV, el mapa del mundo estaba hecho todavía con datos reunidos por Ptololemo en el comienzo del siglo III de nuestra era. Los hallazgos de Vespucio en tierra le dieron la certeza de que sus movimientos por mar lo habían llevado ante un nuevo continente. Sus hallazgos científicos fueron publicados en Europa al inicio del XVI. Están escritas como cartas, dirigidas a Lorenzo de Medicis, el mismo al que le dedicó Maquiavelo la obra El príncipe. Fueron traducidas de inmediato a varios idiomas. En 1507, el alemán Martin Waldsemuller publibó un tratado de cosmografía en el que incluyó información del mundo nuevo, al que propuso nombrar América en reconocimiento al florentino. Pero tomó tiempo para que el continente descubierto adquiriera nombre; a mediados del XVI, en 1555, Pedro Mártir de Anglería uso el concepto de Nuevo Mundo en un libro de historia general del continente.
El cuadro de Vespucio ante la Cruz del Sur, en blanco y negro, fue hecho en 1591. Representa el momento del encuentro ante la constelación, de pie, rodeado de símbolos de la ciencia y del ambiente en el hemiferio sur. No se sabía entonces la dimensión de este continente y pasarían tres décadas para que se configurara casi en su totalidad la costa oeste sudamericana y los bordes centro y norteamericanos, dibujados en una serie de viajes de exploradores que se transportaban en unos barcos de apenas 50 metros cuadrados de cubierta. En el costado izquierdo está una carta rimada de Danthes Aligieris para Vespucio, muestra del aprecio que había adquirido el florentino en Europa.

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sábado, 24 de febrero de 2018

Córdoba vs Iowa


Guillermo G. Espinosa
Buenos Aires, octubre de 2017

Han escuchado con interés el estridente mensaje de Donald Trump desde 2015, pero saben que los productores de Iowa y sus vecinos de los valles centrales de Estados Unidos no quieren soltar al cliente, aunque hayan votado por su candidato republicano.
"Si México, por alguna razón, busca mayor volumen de maíz fuera de su proveedor habitual, que es Estados Unidos, que cuente con nosotros. Tenemos muchísimo maíz. Más del 75 por ciento de la producción es para exportación. Se exportaron en 2016, 24 millones de toneladas. Calculamos que en 2017 serán cerca de 30 millones de toneladas. Si de esas 30 toneladas, México lleva dos, tres o cuatro, para nosotros no es ningún problema", dice Martín Fraguío, director de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar).
-¿Hay algún productor que haya levantado la mano?
-Es muy probable que haya un poco más que en los años anteriores. Pasar de 100 mil toneladas a un millón es un crecimiento enorme. Y si en lugar de un millón son dos o tres millones, ya es algo extraordinario, sobre todo porque Estados Unidos está ahí y tiene una logística muy aceitada.
Estados Unidos sale de Iowa y baja a los lugares de consumo en México. Si son sobre la costa por agua y si son en el interior, por tren. Difícil competir contra eso. La relación de Estados Unidos con México, alrededor del maíz, es como la ideal. Está todo diseñado el uno para el otro.
- ¿Qué importancia tiene el sector de productores de maíz en el PIB de Argentina?
- El sector agropecuario es muy importante en la economía argentina, aunque no tanto en el PIB. Es el sector de la economía que emplea más gente, más o menos el 35 por ciento, que está en el sector agroindustrial. Es el primer empleador privado, todo lo que es agroindustria y campo y todas las cadenas de valor vinculadas.
También el agro es el sector que provee la mayor parte de las exportaciones. Cuando uno descuenta del total de exportaciones los sectores que tienen balanza comercial positiva, el agro es más o menos el 80 por ciento de las exportaciones en forma positiva, porque otro sector importante es el automotriz, pero éste importa más de lo que exporta.
Dentro de las exportaciones argentinas, el primer sector es el de la cadena de la soja (soya), es decir, poroto (frijol) de soja, harina, aceite y biodiesel. El segundo es el grano de maíz. Es muy importante en las exportaciones argentinas, mucho más que el trigo. El trigo fue siempre un grano importante en la economía, pero de la posguerra para acá, Brasil es el mejor mercado de trigo de Argentina.
Los otros son históricos, desaparecieron con el tiempo porque producen su propio trigo. Y los que no, empezaron a tener proveedores más confiables como Estados Unidos, Canadá o Europa. Brasil no es normalmente un importador. Se transformó en una potencia de maíz, es el tercer productor mundial y está junto con los cuatro grandes, Estados Unidos, Brasil, Argentina y Ucrania.
- ¿Cuáles son las provincias maizeras de Argentina?
- Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y partes de La Pampa y Entre Ríos. También se produce en Salta, Tucuman, Catamarca, Santiago del Estero... Y ahora se está desarrollando una nueva zona, que son las provincias patagónicas, bajo riego. Son zonas extremadamente secas, pero con condiciones increíblemente buenas para el maíz, porque hay grandes ríos con muchísimo caudal; se puede regar y los suelos son bastante buenos. Eso proyectos que se están desarrollando tienen unos rendimientos increíbles. El maíz sigue avanzando de a poco a otras provincias donde antes no estaban.
- ¿Qué tipos de maíz se producen en Argentina?
Argentina, como México, es uno de los países con más diversidad en la producción histórica de maíz. Argentina era un país de mucha diversidad de los maíces tradicionales. Había muchas civilizaciones prehispánicas que tenían maíz de lo más variado en, más o menos, la mitad del territorio argentino.
Pero la realidad es que cuando uno piensa en maíz moderno, maíz comercial, en Argentina se producen tres tipos de maíz. Más del 98 por ciento es el maíz amarillo común, el que sirve para forraje, para alimentación animal.
La Argentina produce también el maíz colorado duro, que es el que se usa para hacer polenta o para hacer los corn flakes. La Argentina es un exportador de eso, sobre todo a Europa. Colorado duro o flink, es su nombre técnico. Son 500 mil toneladas, pero es una especie de nicho. Son todas producciones bajo contrato. La Argentina tiene una producción importante de pisingallo, el nombre técnico del pop corn...
- Palomitas en México...
- La Argentina es el primer exportador mundial de palomitas. Son dos variedades, una para el cine, que es más grande; y otra que es de uso industrial, para barritas de cereal y otros usos, tipo golosina industrial, que usan también palomitas... El reventón es totalmente diferente. Es un maíz especial.
El morado acá se usa para hacer bebidas. El colorado duro es bien anaranjado y su pigmento hace que los huevos estén bien anaranjados y la piel del pollo es amarilla, porque nos gusta el pollo con piel amarilla; entre más amarrilla la piel, más caro paga el pollo. Es un aspecto del marketing.
¿Cuál es específicamente la demanda de México?
México es un importador de maíz amarillo, de maíz común. Lo que más lleva de Estados Unidos.
- ¿Quiénes son los proveedores de los mexicanos?
Hasta ahora los que llevaron maíz a México son los exportadores tradicionales, que son las grandes compañías de comercio de granos, como Carhill, Noble, Dreyfus, Bunge, Nidera y algunos exportadores argentinos. Y de México son las empresas que producen alimentos balancedos, o sea las empresas que abastecen a las industrias de producción animal.
Aquí están los números: en 2016, fueron 100 mil toneladas de maíz argentino a México. En 2015, 12 mil. El más alto de toda la serie (compilada por la Organización de Naciones Unidas) es de 129 mil toneladas.
La Argentina está siempre tercero. Está primero Estados Unidos, que lleva el 90 por ciento del mercado. Un poco Brasil, que en 2015 vendió 260 mil toneladas.
- La distancia es un factor de desventaja para Argentina...
Sí, Estados Unidos sale de Iowa y baja a los lugares de consumo en México, si son sobre la costa por agua y si son en el interior, por tren. Difícil competir contra eso. La relación de Estados Unidos con México, alrededor del maíz, es como la ideal. Está todo diseñado el uno para el otro.


México entró en Sudamérica por la cocina

Guillermo G. Espinosa
Montevideo, septiembre de 2017

Hay una empresa mexicana que tiene ya medio siglo de operaciones en Sudamérica y entró por la cocina, vendiendo estufas. Ahora, desafiando señales cruzadas de los mercados sudamericanos, entre proteccionistas y aperturistas, Alsea de México anunció la instalación en Montevideo de su primer cafetería Starbucks, que desde hace tiempo viene compitiendo en Buenos Aires con los tradicionales cafés de la famosa calle de Corrientes y en la zona chic de Puerto Madero.
Los bancos centrales reportan una mayor inversión acumulada mexicana en Sudamérica. De 2005 a 2013, Argentina recibió tres mil 298 millones de dólares. Brasil registró 6 mil 267 millones en 2015 y Uruguay, 24 millones 200 mil dólares en 2008, aunque después ha estado en blanco.
El emblema de Telmex ha lucido espectacular en lo más alto de la principal avenida de Buenos Aires, la 9 de julio y Corrientes, aunque ya no está en la actualidad en ese sitio. Placas de la compañía se encuentran en cualquier acera de la capital argentina o en postes de Cusco, Perú, en el corazón de los Andes. El servicio de telefonía celular de Claro, el Telcel sudamericano, cubre toda la región.
El incremento del comercio de México con Argentina, Brasil y el resto de Sudamérica en el presente siglo llegó acompañado de flujos de inversión sin precedente, especialmente de las empresas que atienden el consumo local.
Mabe es un caso histórico. Hizo sus primeras exportaciones de línea blanca a Sudamérica en la década de 1960, pero comenzó a pisar fuerte en Argentina hasta que compró plantas en las provincias de Buenos Aires y San Luis, a finales de los noventa. Vende parte de sus 10 millones de unidades anuales en Ecuador, Chile, Perú y Colombia, compitiendo con empresas brasileñas.
Rotoplas es también un caso relevante por la conexión entre exportaciones, inversiones y operación global del negocio. La fabricante de tinacos de polietileno invirtió en Brasil la década pasada y ahora obtiene alrededor de 10 por ciento de sus ingresos totales del mercado brasileño (además de estar en toda Centroamérica, Ecuador y Perú).
Este año, Rotoplas anunció la adquisición de Conmix Argentina, una tradicional empresa del sector de la construcción en la pampa. Esta marca local no desaparecerá, pero empezará a compartir el espacio de los canales de distribución. En los próximos años -informó la compañía de Ciudad de México en un comunicado- Rotoplas "seguirá expandiéndose" aprovechando las "sinergias de las dos empresas".
En toda Sudamérica, Colombia ha sido el cliente más constante de México con compras récord de 6 mil 445 millones de dólares en 2012. Al cierre de 2016 cayó hasta 3 mil 404 millones, disputando como siempre el primer lugar a Brasil.
Bogotá y Santiago son las primeras sedes de tiendas Oxxo (de la regiomontana Femsa) en la región. En la venta retail (al menudeo), están además las tiendas Coppel en Buenos Aires, con 22 sucursales, y la versión del Doctor Simi en el Cono Sur, el Doctor Ahorro, con 24 locales en Chile y 50 en Argentina.
Aunque menor al valor de las manufacturas, la venta de cerveza a Sudamérica también ha crecido notablemente este siglo.
Las exportaciones de cerveza mexicana al mundo valen ya cerca de los tres mil millones de dólares, cuando apenas en 2012 habían rebasado los dos mil millones, siendo Estados Unidos el importador de dos terceras partes del total.
Chile es el principal cliente de los cerveceros mexicanos, según las cuentas de Aladi. En 2014, las ventas a ese país sumaron la cifra récord de 86 millones de dólares. Argentina se abstuvo por un tiempo; en 2015 y 2016 dio un salto a los 11 millones de dólares. Brasil tuvo su mejor momento en 2015 con 16 millones de dólares; cerró en 5 mil 751 millones en 2016.
Sudamérica es parte del boom mundial de Corona y se vende en una infinidad de bares, restaurantes, tiendas y supermercados. Negra Modelo, Dos X y Noche Buena aparecen de vez en cuando en algún establecimiento.
La comida mexicana no es popular y tiene muy marcado el estereotipo del picante, aunque va ganando espacios en anaqueles, algunos restaurantes y canales regionales de televisión. Hay salsas y frutas en almíbar La Costeña, jarabe de agave y botes de jugo Jumex, al precio de cualquier refresco local. Los jugos Del Valle, a través de los canales de distribución y las inversiones de Femsa, se venden en cualquier establecimiento comercial de Brasil, Argentina y Uruguay.
"México tiene un montón de empresas que son muy importantes, tanto en el mundo como en Estados Unidos, que podrían también invertir acá, no solamente para traer productos mexicanos... Que de a poco, la comida mexicana va pegando, así es que hay un montón de cosas que acá podrían funcionar", dice Martín Fraguío, director ejecutivo de Maizar-Asociación Maíz y Sorgo Argentino.
Bimbo está en todas partes, entrando todavía por la cocina. Maneja una variedad de panes que se hornean localmente. Vende tortillas de harina promoviendo las "quesaditas" y hasta le compiten procesadoras de Texas, con versiones de tortilla mixta de maíz y trigo. Importa desde México tostadas horneadas e introdujo galleta integral. El Gánsito, una de las piezas emblemáticas de Marinela, circula en su versión regional, un poco más corto.
El suplemento gastronómico de El País de Montevideo ha publicado recetas mexicanas. Su autor, el chef uruguayo, Nacho Quesada, cree que hay un lugar para esta cocina en este país, importando también más insumos para el paladar.


La distancia política con Sudamérica no detuvo el comercio de México con la región



Guillermo G. Espinosa
Montevideo, octubre de 2017

- Trump triangula la relación con los sudamericanos

La Coordillera es una película argentina que se estrenó este año en Sudamérica, mostrando a México como confeccionador de los intereses económicos de Estados Unidos.
"América para los americanos", afirma el presidente mexicano Sebastián Sastre, encarnado por Daniel Giménez Cacho, en una tensa reunión cumbre, cara a cara, tratando de convencer a los sudamericanos de formar una entidad económica continental.
Al final de la ficción coproducida por España y Francia, México queda aislado de América Latina, pero firme con los estadounidenses.
Esa es la misma visión de distanciamiento que el 26 de enero de 2017 llevó al presidente de Bolivia, Evo Morales, a sugerir que ha llegado la hora de que los mexicanos "miren al sur".
Es la imagen política que prevalece sobre la estadística económica y comercial, que, por el contrario, evidencia un creciente involucramiento de empresas mexicanas en las economías de América del Sur, con exportaciones, inversiones y más gente viajando al sur.
Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y México comenzaron a negociar nuevos acuerdos comerciales por separado para tratar de ampliar sus intercambios a partir del año próximo, intentando abrir el Mercado Común del Sur (Mercosur), que a pesar de su nombre no funciona como tal y tiene aún aranceles entre sus miembros.
Contra algunos pronósticos, el valor del comercio de México con Brasil y Argentina se ha triplicado en los últimos 15 años hasta llegar a nueve mil millones de dólares, según la información compilada por la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), el ente gubernamental que da seguimiento al comercio regional, desde Montevideo, y a cuya secretaría general llegó en septiembre el embajador mexicano Alejandro de la Peña Navarrete, un experto en negociaciones gubernamentales.
Al lado del movimiento de bienes, ha crecido también el desplazamiento de personas. La Dirección de Aeronáutica Civil del gobierno mexicano reporta un aumento de 10 veces en 20 años la cantidad de pasajeros transportados entre México y los 10 países de América del Sur. En 2015 sumaron dos millones 594 mil personas. La ruta sudamericana equivale a una décima parte de los viajeros del corredor norteamericano, que ya están sobre los 25 millones de viajeros, y es igual que el volumen de conexiones con Centroamérica (dos millones y medio).
Este incremento en la movilidad y el comercio exterior con los principales socios del Mercosur se debió en parte a los pactos de liberalización comercial que México promueve desde los años noventa.
Las ventas totales de México al Mercosur fueron insignificantes por años y décadas. La balanza comercial mexicana fue generalmente deficitaria para los mexicanos hasta que la exportación de autos, vehículos ligeros, autopartes, televisores, computadoras, cervezas y jugos, cobró fuerza, en la primera década de este siglo.
México vendió 4 mil 729 millones de dólares al Mercosur en 2016, pero en su mejor momento arañó los 8 mil millones de dólares en 2012, según las cifras de Aladi. Y ocho de cada 10 dólares vendido a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay fue resultado de la exportación de autos y manufacturas.

Triangulación
El repunte con el Mercosur ocurrió al mismo tiempo que disminuía la concentración de las exportaciones a Estados Unidos y Canadá, que en 2002 alcanzaba 92.3 por ciento y, una década después, había bajado a 83.8.
Cuando Brasil entró en una crisis que arrastró a sus socios del Mercosur, las ventas mexicanas tomaron una tendencia a la baja en Sudamérica y volvió a aumentar la concentración con los vecinos norteamericanos, hasta 87 por ciento, pero se mantiene el superávit mexicano, exportando cada vez más manufacturas como shampoo, pasta y cepillos de dientes.
Ahora, las estridentes declaraciones del presidente Donald Trump sobre el presunto retiro de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) son escuchadas en el sur como la oportunidad de vender más a Estados Unidos y a México.
"Existe potencial para que Argentina exporte productos de la cadena de la soya, cereales, como maíz, trigo y cebada, biodiesel, vinos, carnes, peras, malta, porotos (frijoles), maníes (cacahuates)", afirma Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina. "La idea de Argentina es incorporar al Acuerdo de Complementación Económica (ACE-06) bienes agronidustriales".
Las decisiones de Trump han arrojado sus primeras señales de política comercial hacia México y Sudamérica, como en un juego de billar a tres bandas. Tanto los empresarios, como los gobiernos y la opinión pública en Sudamérica están expectantes de la relación con México para proceder con el mandatario estadounidense.
"Todo depende ahora de la negociación del TLCAN", dice Ignacio Bartesaghi, especialista en comercio internacional de la Universidad Católica del Uruguay, al hacer un balance de las múltiples negociaciones comerciales en curso. México reescribe acuerdos de complementación económica por separado con Argentina, Brasil y Uruguay, y confecciona el primero con el aislado Paraguay, cautivo, como los consumidores uruguayos, de las manufacturas brasileñas, argentinas y chinas.
La recepción en la Casa Blanca de los presidentes Mauricio Macri de Argentina y Juan Manuel Santos de Colombia es proyectada en la opinión pública como una oportunidad para mejorar las condiciones de su relación. Michel Temer, que no ha viajado a una entrevista personal en Washington, subió en julio pasado a su cuenta de Twitter una foto de su corta reunión con Trump en Alemania, en ocasión de la cumbre del G20, proponiendo un encuentro con empresarios brasileños.
El mismo Trump se ocupó de exponer en público su experiencia con Macri, que estuvo en Washington sondeando el ánimo comercial de su homólogo. "El increíble camino económico en el que está ahora Argentina es algo que el mundo debe mirar... Yo le hablé de Corea del Norte y él me habló de limones", comentó Trump el 27 de abril pasado.
En agosto, el vicepresidente Mike Pence, de gira por Sudamérica, anunció que Estados Unidos dio finalmente el sí a la importación de los jugosos limones amarillos de la provincia de Tucumán, en el cálido norte de Argentina, que en la primera descarga podrían dejar unos 50 millones de dólares, con una posible escala en puerto mexicano.
A cambio Pence logró la apertura del mercado de carne de cerdo, aunque de inmediato provocó la reacción proteccionista de los productores de Santa Fe y Entre Ríos, al norte de Buenos Aires, anunciando -sin disimulo- la preparación de un "catálogo de restricciones sanitarias".
Pence anunció además, el 13 de agosto, en Bogotá, la admisión de aguacate colombiano del tipo Hass, producido en el valle del Cauca, Antioquia, Cundinamarca, Caldas y Santander, compitiendo con los exportadores de Michoacán. Pocas semanas antes, Trump había elogiado la colaboración de Colombia en la destrucción de plantas de coca, base para la refinación de cocaína, que, aunque ilegal, también está relacionado con los mercados estadounidenses.
El comercio tradicional de los países del Mercosur con Estados Unidos ha sido el de los commodities, los granos, la carne, los alimentos y otras materias primas sin procesar, como la madera que Argentina exporta ocasionalmente a México.

Autos, protegidos
El 7 de agosto, la prensa argentina circuló la versión gubernamental de que la renegociación del ACE-6 no tocará el tema automotriz, porque en marzo de 2015 ya fue renegociado el sector en otro pacto (ACE-55), disponiendo cupos límite de alrededor de 600 millones de dólares anuales, hasta 2019.
Esta es la misma situación con Brasil, el primero que se mostró a disgusto con la creciente importación mexicana de autos y partes, también en marzo de 2015.
Las manufacturas hicieron la gran diferencia en las exportaciones mexicanas, en el cambio del siglo XX al XXI. Se multiplicaron los vehículos y los televisores con sellos de "Hecho en México". En Argentina, su valor era apenas de 118 millones de dólares en 2002. En 2013 llegó a su punto más alto con mil 889 millones y aunque bajó un poco por las cuotas a los coches, las manufacturas mexicanas enviadas al puerto de Buenos Aires valieron mil 357 millones en 2016.
Con Brasil la historia es igualmente de crecimiento rápido. Ya para 2002 ocupaban la mayor parte de las exportaciones mexicanas con 631 millones. Tocaron techo en 2012 con 5 mil 645, transformando la escena comercial de México en el Mercosur.
La exclusión del sector automotriz no es una buena señal.
Félix Peña, director del Instituto de Comercio Internacional, dice que, dada la presente coyuntura mundial, México y Argentina deben llevar el "totum" a la mesa de negociaciones, es decir, todos los temas, los sectores, los actores y las nuevas condiciones mundiales. Se necesitan además "encuentros, conversaciones, diálogos, en ámbitos no gubernamentales, think tanks, donde se pueda hablar con franqueza y se nutra con ideas la negociación", dijo en entrevista.
Pero los signos proteccionistas aparecen ad infinitum. Apenas la última semana de agosto, Brasil planteó una reducción a la importación de lácteos uruguayos, estableciendo cuotas a uno de los principales productos de exportación de Uruguay. No parecería una alerta tan pesimista, si no fuera porque Brasil también quiere aplicar la medida a Argentina.
Brasil, Argentina y Uruguay se mueven en la lógica de vender, pero no siempre de comprar.
Bartesaghi llama a esto el "comercio administrado" de los países del Mercosur. Son economías volcadas al mercado interno e intrarregional. Han tratado infructuosamente de negociar el libre comercio con Europa desde hace 15 años y no están integrados a ningún bloque, lo que puede ser visto como una debilidad, pero también como un valioso elemento de negociación económica con el mundo, hacia el futuro, por su capacidad de producción de alimentos y sus 255 millones de consumidores, explicó el académico.
Su situación no es nueva ni obra de la casualidad. Los puertos de Rio de Janeiro (1565), Buenos Aires (1580) y Montevideo (1724) tienen una experiencia acumulada en el comercio mundial que data del origen mismo de su fundación en las costas atlánticas, no solo en el intercambio legal de bienes, sino también en el viejo contrabando. Y esto es todavía válido para los negocios derivados del tráfico ilegal de drogas, armas y autos.

Renegociación
Las querellas por proteccionismo también salen del sur. Mantilla, líder de los exportadores argentinos, dice que "el sector agrícola mexicano resulta ser el que mayores barreras arancelarias presenta. A modo de ejemplo, los productos más protegidos que aplican aranceles promedio de 25 por ciento o más son: azúcar, productos de confitería, bebidas, tabaco, productos animales, café, té y lácteos".
Pero en general no ha sido fácil armar la relación con el Mercosur. México no fue aceptado en la negociación de 1991 y fue hasta 2002 cuando se decidió pactar con cada miembro del bloque, llevando por fuera lo automotriz (ACE-55).
En julio de 2004 se activó el tratado de libre comercio con Uruguay con la idea de brincar de ahí a Argentina y Brasil. Esto no funcionó a causa de los aranceles internos del bloque y de trabas burocráticas. El primer pacto con Brasil entró en vigor en mayo de 2003, pero incluyó solo una pequeña cantidad de mercancías que ahora se pretende ampliar.
De vuelta a la mesa de negociaciones, los empresarios mexicanos tienen como objetivo "modernizar" los acuerdos.
"Es necesario mantener un instrumento que permita la defensa contra medidas proteccionistas, como cuotas compensatorias por dumping o salvaguardas", dar protección a la propiedad intelectual y ajustar las reglas de origen, sin afectar la competitividad, apuntó el director general del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), Fernando Ruiz Huarte.
La moneda está en el aire.

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Miles de dólares
                       2012          2013         2014        2015           2016

Argentina       9642           6664         8582      11579         11161
Brasil             2721             632       16030         5751          4577

Paraguay        1250           1707          2996        3676           6001
Uruguay         1709           2308          3736        3566           4029

Estados
Unidos       1660935    1737186    1869415   1903908     2289329

Fuente: Aladi